La Nerd Más Hermosa; Horan1

Capítulo 24

Dayan.

Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos encontrado demasiado amenazados o asustados por algo, o por alguien. En este caso, para mi se trataba de alguien, de una persona que tanto le ha estado gustando que yo tema por todo lo que suceda. Esta ahí, vigilándome desde algún lugar, esperando a que dé algún paso en falso para poder atacarme y hacerme sufrir de manera lenta y dolorosa. Me era algo terrible y difícil de manejar.

Sabía que decir la verdad podía ser lo mejor, tenía a mi chica de confianza en todo momento pero, ella sabía todo. Había una persona que seguía preocupándome demasiado, debido a todo lo que sucedía a mi alrededor y lo que seguramente estaba por pasar aún. Tampoco podía ir así de la nada y decir algo como lo que ahora pasaba por mi mente, sabía que él tenía derecho a saber esto y más que nada, me encantaría hacérselo saber pero, ¿Qué si todo termina una vez más sin siquiera haber empezado? Se convertiría en un caos para mi, otro más grande. Y creo que, este sería el peor para mi.

Poder decir lo que alguna vez me pasó y de lo que llegué a ser capaz en algún tiempo, me haría quedar tan expuesta, debía de esperar algo de tiempo, que transcurra y así darme cuenta si de verdad valía o no la pena contarlo.

Sé que tener demasiado coraje acumulado no era nada bueno, eso empeoraba y si no me vengaba de aquella persona que tanto daño me logró hacer, debía de hacer otra cosa, algo que fuera bueno y no siquiera afectándome, pero que tampoco afectara a terceras personas. Había que ser racional que muchas cosas, sobre todo, si se trataba de problemas con uno mismo, como era mi caso.

Trataba de acomodarme. De mencionarlo una y otra vez en mi cabeza que lo que pensaba o lo que tantas veces planeaba -pero que nunca hacía- estaban más que mal, seguía teniendo lo capacidad de pensar con claridad, aunque esta llegará a nublarse algunas veces.

Había cierto odio dentro de mi por esa chica que se creía semejante cosa solamente por hacer sentir mierda a los demás. Era una ridiculez enorme que una persona se sobrevalorara por algo como eso. Si estuviera por completo en mis manos, ya hubiera hecho algo acorde a la situación, algo que impidiera que ella dejará de hacer semejantes cosas.

Dejando de lado a mi peor tormento. Recordaba las veces en las que había sido indiferente con el rubio que tanto se preocupaba por mi.

Fueron tantas las veces en las que deseé que me hablará nuevamente, que tan siquiera me sonriera, aunque fuese de la manera más falsa. Y ahora, que me ha hablado, que ambos hemos estado conviviendo de a poco, me he estado comportando de la peor manera, no tanto por mi, sino por ambos. Una parte de mi sigue teniendo cierto miedo a lo que pase, pero algo me dice que ya nada va a ser tan peor como por lo que he pasado en los últimos días. Entonces, trato de controlarme y hacer que todo esto vaya bien, mi instinto duro y grosero salen a flote sin que piense en ellos o los mencione. Debería saber controlarlos mejor.

Mirarlo llegaba a alterarme ligeramente. Si cercanía solía ponerme aún más de nervios a como alguna vez lo hizo en el pasado, sólo yo sabía de mis sentimientos hacía él, aunque Claudia también. Nunca logré decir nada porque nuestra amistad era tan linda, tan agradable y cómoda para los dos, temía tanto a que en algún momento pudiera decirle sobre mis sentimientos y que todo se arruinara.

Hubiera sido preferible que se arruinara al momento de hacerle saber mis sentimientos que por una tercera persona que llegó a él. Eso hubiera dolido menos.

Las veces en las que me rogó, en las que me pidió que permanecieramos juntos, pero él siempre terminará por volver con ella, una y otra vez, sin importar cuánto daño puedan estarle causando a él. Era demasiado tonto para darse cuenta de algo...

Recuerdo que el día de ayer me había estado rogando demasiado porque me marchará a su casa. Estaba segura de que no le había dicho nada a Maura sobre todo lo que me sucedió, pero de igual manera, conociéndola sabría que me dejaría quedarme en casa de ella.