Capítulo 31

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Niall.

El fin de semana estaba yendo de maravilla. El saber que en mi propia casa estaba ella, durmiendo y pasando tiempo de calidad entre los dos me mantenía emocionado y demasiado despierto. Provocaba una felicidad inmensa en mi pecho y la sonrisa no desaparecía de mi rostro.

Ha valido la pena pasar por tanto para poder llegar hasta este punto. Si a ambos no nos importara en lo absoluto el otro, he de creer que ambos ya estuviéramos lo suficientemente lejos del otro. Pero, hemos luchado por lo que queríamos y ahora estamos aquí.

La relación entre mi madre y Dayan podría decirse que es parecida a la de una madre e hija, pero también una relación de amigas, unas muy buenas amigas; ambas se llevan de maravilla y no hay algo que no me disguste tratándose de ellas. Suelen burlarse de mi, sí, pero no es algo que me moleste, lo hacen así, solamente para molestarme de alguna manera.

Y vaya que se han estado vengando de mi, porque tampoco me he comportado tan bien como se imaginan.

—Ay, Dayan...

Susurre con una sonrisa al darme cuenta que mientras pensaba en ella mantenía una sonrisa en mi rostro, la verdad es que siempre ha sido así, me ha mantenido poco por mucho tiempo y ella ni siquiera logra darse cuenta de ello. Pero tampoco es como si fuese ahora mismo a decírselo, agregarle esto a la relación que estamos empezando de nuevo... Solamente no quería que esto acabara y ya no tanto por otro problema, sino por una confesión. Algo que seguramente no sería correspondido, es mejor nuestra relación de amistad antes que cualquier relación amorosa.

No me arriesgaría.

Nuestros días juntos, comiendo, saliendo y durmiendo juntos —no literalmente— me hacían casi sentirme viva.

Seguía siempre esperanzado a que por fin, algo bueno pudiera suceder a como era debido o a como yo lo quería desde siempre, necesitaba a Dayan, pero también necesitaba algo más fuerte que nuestra amistad. No quería seguir temiendo a que esto terminara de nuevo, a veces era demasiado imbécil, siempre de manera inconsciente.

—¿En que piensas, duende? 

—Mamá...

Me quejé en silencio cuando me dedicó una mirada pesada, así como a mi no me gustaba que me dijera duende, a ella tampoco le gustaba cuando yo me quejaba por lo que me decía o hacía.

—Solamente estaba pensando... —Me puse de pie, dispuesto a irme de la sala para ir a buscar algo de comida al refrigerador y subir a mi habitación.

—¿Adónde vas, James?

Bufé, sin poder rechistar en voz alta. Me regresé, sentándome en donde antes.

—¿Qué pasa, mamá?

—Hablé con tu padre...

—Eso suena bien pero, ¿Qué tiene que ver conmigo? —Solté— Me comporté cuando lo fuimos a visitar...

Ella negó, acercándose a mi para sentarse justamente a mi lado.

—No es una queja de tu padre... —Sonrió— Todo lo contrario, que volviera a ver a Dayan le sentó de maravilla. Le ha encantado mucho verla.

Asentí lentamente, no sabiendo en realidad hasta dónde quería llegar ella y papá con todo esto. Aunque comenzaba a sospechar un poco sobre todo esto.

—A él le encantaría que algún día vayas a su casa con ella...

—Lo sé, me lo dijo. Estaría encantado de que lo visitaramos de nuevo.

Ella negó en cuanto la miré.

—Creo que no me he explicado lo suficiente...

—Entonces hazlo, porque no estoy entendiendo absolutamente nada. —Pedí.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora