Capítulo 92

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Cuando todos hemos terminado con el almuerzo y estamos llenos, decidimos que es hora de ir a la sala de estar y mirar películas. Lamentablemente, todo esto se ve interrumpido cuando Madison baja las escaleras, acercándose a Dayan.

—¿Podrías traer mis pastillas? Maura las dejó en la cocina.

Ella de forma obediente se levanta del sofá, la mujer se ve adormilada y su cabello ligeramente desordenado lo demuestra muy bien. Parece aún tener aquellas marcas que te causan las sábanas y almohadas cuando haz tenido una larga y buena siesta.

Regresa con un par de pastillas en su mano y un vaso con jugo de naranja.

—¿Tienes hambre, mamá? Podría...

—No, estoy bien. Desayuné temprano, pero volví a dormir.

La mujer permanece sentada en el pequeño sofá individual, con el vaso de jugo en su mano; nos observa a todos, parece querer indagar más y, cuando tratamos de estar bien para continuar viendo alguna serie, ella se levanta.

—Volveremos a casa el domingo.

Avisa Madison, yendo a la cocina sale a los segundos, secando sus manos.

—Volveré a la cama. Pasenla bien.

Me abstengo de decir o preguntar algo en ese momento. Mi brazo está sobre sus hombros y su cuerpo apoyado contra el mí, cubierto con una de las frazadas.

—Mamá se ve muy extraña —Comenta por lo bajo, nuestros mejores amigos se centrar de vuelta en la televisión— No sé bien qué le pasa pero...

—¿Qué pasa? —Insisto, para no quedarme con esa duda— ¿Hay algo en especial por lo que está así?

—No, yo... Hablemos de esto después, ¿Si?

No retomamos el tema nuevamente, sino hasta que es hora de que nuestros amigos se marchen de casa, ambos con cosas por hacer mientras que nosotros dos, deberíamos de permanecer en casa al cuidado de Madison.

Seguía sin saber a dónde es que Greg y Denisse habían ido, en mamá es seguro que pudo ir a trabajar pero, ¿Y los otros dos?

Traté de entender en dónde es que se encontraban, pero un momento después me terminé dando por vencido.

Ambos teníamos una charla pendiente, así que una vez que nuestros mejores amigos se marcharon de casa, apagamos la televisión y subimos a mi habitación. Teníamos que ser cuidadosos porque Madison se encontraba en casa y la verdad no sabíamos si se había vuelto a dormir.

Cerramos la puerta, sentándonos en la cama, mirando hacía la ventana que se encontraba abierta, mostrando el exterior tan frío y grisáceo.

—¿Crees que tu madre sospeche?  —Es lo primero que pregunto— Realmente se ve algo sospechosa... ¿O es acaso otra cosa?

—No sé, Niall. Tampoco quiero hacerme una mala idea, no tiene ni una semana de que salió del hospital, estoy segura y quiero creer que se debe a que está aún abrumada. Fueron muchos días en el hospital.

Ella comenta, su mirada parecía perdida mientras hablaba, me causaba algo de pánico el sólo pensar que su madre podría sospechar de algo de lo que los dos nos traíamos entre manos. Me preocupaba demasiado eso, de alguna forma, sea cual sea, tendría que hacer algo al respecto, debería de comenzar a buscar trabajo.

—Entiendo. Podría deberse a eso, tanto tiempo en el hospital, encerrada en una habitación pequeña y sin color...

—Sí —Dice sin ánimos— Por eso quiero hacer lo mejor que esté en mis manos para que ella se sienta cómoda de nuevo.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora