Capítulo 75

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Decir que me sentía nerviosa era muy poco, tenía una oleada enorme de sentimientos encontrados, sentimientos que por ahora no me gustaría mucho tener.

Jugaba con mis dedos, mis manos sobre mi regazo mientras esperaba a que Niall terminara de lavar los platos que él mismo se ofreció a lavar.

La comida había estado deliciosa pero, podría haberla disfrutado aún más sino hubiese sido por ese tormentoso pensamiento que pasó todo el tiempo en mi mente; me sentía mal, porque haberme lanzado a haberme alzo como eso estando consciente de todo lo que podría suceder.

Ahora estaba muriendo de vergüenza y miedo.

¿Qué tal si...?

En el camino de regreso a casa no hablamos absolutamente nada. Todo fue realmente silenciosoy casi incómodo para los dos, nunca pensamos que Danna podría estar en el supermercado, en un día como este y a esa hora y más aún cuando los dos teníamos ese pendiente en la farmacia.

—¿Te sientes mal? —Se sienta a mi lado, tomando una de mis manos entre la suya— Podemos hacer cualquier cosa que quieras, sólo dímelo.

Observo su rostro, se veía tan preocupado quizá tanto o más que yo. Por más que me mostrará su rostro, había cierta parte que no lograba decifrarla del todo.

Me levanté del sofá para que los dos pudiéramos ir a su habitación, en donde cerré la puerta cuando los dos estuvimos dentro. Pase a sentarme en la cama, sintiéndome cansada de esto —y apenas empezaba—, le miré una vez más, de pie frente a mi, esperando a que dijera algo más al respecto a que le diera mi opinión o mi punto de vista en esto.

En este tema que se me estaba volviendo un tremendo dolor de cabeza.

—En la farmacia del supermercado... —Comencé a hablar— Le hablé un poquito de lo que pasó y, bueno, me mostró la caja de las pastillas pero me dijo que tenía que tener al menos un diagnóstico del médico. —Susurré casi lo último— No pude comprarlas y necesito ir al médico. Sería la mejor solución además de que probablemente el mismo médico me pueda dar las pastillas...

—¿Por qué no te las pudo vender?

—Me explicó que el organismo de cada mujer es diferente y el método puede cambiar...

Se acerca tomando mi rostro entre sus manos, haciendo que lo mire directamente a los ojos.

—Tomaremos una cita con un médico para ir lo más pronto posible.

Asentí, sus labios se posaron tranquilamente en mi frente, dejando así un suave y cariñoso beso; sonreí un poco, dejándome abrazar por él.

Me aferre a su cintura, pegando mi cabeza a su pecho, aspiré de forma lenta su aroma, logrando así que me tranquilice.

—No pueden pasar más de 72 horas pada tomar la pastilla.

—De acuerdo, lo entiendo.

Los nervios me carcomían con cada segundo que transcurría. Estaba realmente a nada de comenzar a comerme las uñas, sin importarme nada más.

Los cuatro adultos y el pequeño bebé permanecían en la sala de estar, veían jugar a Theo mientras que hablaban entre ellos. Me escuse de ese grupo diciendo que tenía cosas pendientes y que además de ello me sentía cansada —en cierta parte era verdad— pensar en tantas cosas me tenía cansada mentalmente.





BbClau:

¿Qué fue lo que pasó? Tu mensaje me tiene muy preocupada.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora