Capítulo 29

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Dayan.

El resto de la semana transcurre con demasiada rapidez y parece ser que todo está completamente a nuestro favor. Las cosas entre Niall y Danna terminaron por completo, pero parece que a ella no le ha cuadrado bien toda esta situación, sigue sin querer entender bien que todo quedó ahí, que las palabras secas y vacías ya no saldrán de su boca cada vez que se trate de Horan.

Niall había estado metido en una relación que no le dejaba nada bueno y que todo siempre fue a base de mentiras, no por parte de él, claro está. Sino que ella había sido siempre la causante de todo, tuvo su táctica perfecta para hacer que él siguiera con ella, aún a pesar de los problemas que mantenían entre los dos.

Estaba alegre, por supuesto que sí. Porque él se había quitado de encima una persona que no valía la pena, que no le dejaba más que sólo problemas, y lo que más me llegaba a preocupar, es que ahora él estuviera conmigo.

Siempre he sido una persona llena de problemas, uno tras otro sin importar nada más, ¿Qué haré cuándo algo salga mal? ¿Llegaré yo también a ser una persona indeseable a como lo había estado siendo Danna desde siempre?

Era algo que me preocupaba y me mantenía despierta y pensando por horas.

—Buenos días —Entró a la habitación sin siquiera tocar, al menos seguía cubierta por las sábanas— Lamento entrar así, pero mamá dice que ya bajes a tomar el desayuno. Es una orden.

Comentó. Siempre con una sonrisa en su rostro.

—Buenos días para ti también. —Dije, solamente molestando— Ya bajo...

—Rápido o se molestará conmigo. Ya nos estamos tardando y seguro que en seguida vendrá por nosotros y nos...

—¿Ya bajarán a tomar el desayuno? Se enfriará si ustedes siguen aquí, deben estar bien alimentados. El desayuno es la comida más importante del día.

Me miró Niall en cuanto escuchó la voz de su madre. La miré de pie en la puerta, mirándonos a ambos mientras hablaba, terminó sonriendo cuando me levanté de la cama y se dio media vuelta.

Claro que había hecho lo que quería.

—¡No se tarden!

Ahora si se escucharon sus pasos, pero esta vez se estaban alejando.

—Ya voy...

Alenté cuando él seguía mirándome, esperando por mi, me tomé unos pequeños segundos para estirarme y hacer tronar mis huesos de una manera deliciosa y que me hacía sentirme más tranquila y descansada.

Me hice un moño flojo, lo más rápido que pude para ir detrás de Niall. Se había adelantado unos pasos.

Bajé las escaleras y terminé por acomodar bien mi calzado, unas pequeñas sandalias lilas que siempre llevaba.

La tarde anterior había llegado a casa de Niall, con una pequeña maleta con ropa cómoda, mi dichosa pijama y un conjunto de ropa para el día del colegio; además de mis sandalias comodas que vestía ahora.

Al llegar a la cocina saludé a Maura como era debido, dándole los buenos días. Me recibió con una sonrisa y un saludo por igual.

—¿Por qué a mi no me serviste el desayuno? —Se quejó el rubio.

—Porque ya estás grande, Niall.

—¡Pero ella también!

Me reí ante el drama que estaba armando por algo tan pequeño. Aunque había sido demasiado amable por parte de su madre, servirme el desayuno.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora