Capítulo 5

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A la mañana siguiente, desperté con un fuerte dolor de cabeza justamente en la parte de atrás, seguro que fue ahí donde me había dado el golpe ayer que me desmayé en el baño. Creo que no podía tener peor suerte que esto, ¿O si?

Quien sabe, tampoco me detendría a verificar.

Tardé minutos en levantarme de la cama, cuando lo hice, me estire, relajado los músculos de todo mi cuerpo y haciendo tronar mis huesos de una forma realmente agradable y satisfactoria para mi.

Era obvio que no asistiría a clases el día de hoy, eso tenía como significado tener a Niall encima de mi, queriendo hacerse el buen amigo y cuidarme, fingiendo estar preocupado solamemre para seguir haciéndome la vida imposible.

No se lo dejaría tan fácil.

Hice mis necesidades después de levantarme de la cama, tomé una rápida ducha y me cubrí por completo con ropa cómoda. Mi celular y portátil los llevaba hacia la sala de estar, los dejé en la mesa y pasé a la cocina.

Me preparé uno a huevos revueltos con tostadas y lo más importante —estricta orden del doctor— agua. Bebí la suficiente e incluso más cuando tuve que ingerir la vitamina que se me había recetado.

Nada nuevo.

Volví a la sala de estar, estaban por ser las nueve de la mañana y yo me relajaba en mi sofá, con el portátil abierto y divagando entre páginas de Internet, quería encontrar algo bueno que llamara mi atención, que fuese bueno. No encontré nada, últimamente internet  ya no es tan bueno como antes.

—Me aburro... —Susurré después de tanto tiempo frente al portátil y sin nada qué hacer. Acomodé mis gafas para leer y me derrumbe en el sofá— Al menos no estoy en el hospital.

Encendí la televisión, busqué el canal de música y subí el volumen, sólo lo justo para que yo escuchara y pudiera concentrarme en limpiar.

No podía sólo estar perdiendo el tiempo. Quizá debí de ir al colegio.

Recogí el poco desastre que había por la casa, era bueno que a pesar de estar la mayoría del tiempo sola, no llegaba a ser tan sucia en el sentido de la limpieza en casa. Siempre me esmeraba en que estuviera limpia y no tener quejas de mi madre cuando se encontraba en casa. Si ella trabajaba por mi, ¿Por qué yo no podía hacer algo tan simple como limpiar la casa?

Tenía que devolver los favores.

Cuando dieron las diez de la mañana, a mi cabeza vino la imagen de cierta persona que a mi parecer, ni siquiera debería de andar husmeando por mi mente.

Niall.

Ese dicho que quería volver, que insistía pero que a su vez y con ello, solamente iba a lograr que me alejara más de él. Como ya lo he dicho un montón de veces anteriormente, prefiero estar sola, sin él, no quería problemas, porque sé de a qué tanto va Danna con sus locuras y sus celosos contra Niall. Sé de qué es capaz.

Tengo suficiente con mis problemas.

Exhausta, volví al sofá, hundiéndome en el. Cerré mis ojos y me relaje por más que pude.

Seguía cansada y no me recuperaba aún del todo de mi anterior estado, mis piernas dolían, las sentía temblar un poco pero nada importante, era a causa del cansancio y de la reciente rutina que tuve.

—Claudia...

La recordé apenas. No tuve tiempo de avisarle, la olvidé.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora