Capítulo 17

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Podría decir con claridad que mi fin de semana había sido extremadamente bueno, aunque bien, lo fue en algún momento, todo hasta que cierta persona se precipitó. Lo habría arruinado como no había idea alguna, sé que en un momento su intención era arreglar las cosas —lo cual me parecía difícil— pero terminó por arruinar todo, aún más de lo que ya estaba.

La noche siguiente después de lo sucedido permanecí hasta altas horas de la noche despierta. No podía conciliar el sueño y era sin razón aparente.

Claudia se fue de casa al medio día, dejándome en claro que todo estaría bien, que mientras menos personas tóxicas haya en mi vida, todo iría más que bien y eso, de alguna u otra manera, me hacía sentirme más que bien, porque n mi vida ya no había personas de ese tipo.

Por más que haya querido que Claudia se quedara a mi lado, me era imposible. Tenía cosas por hacer en casa, además de una visita a su abuela y una cena con amigos de su padre por la tarde.

Así que ahora estaba sola. Escuchando música mientras que realizaba mi tarea de una manera demasiado perezosa; estaba cansada y con demasiado sueño. El día en el colegio fue igual que siempre, cansado y aburrido, sobre todo.

Las miradas no pasaron desapercibidas, todos me miraban. No sabía qué era lo que querían conmigo, no lo entendía, jamás lo entendería.

Me encontraba en la sala, con los libros y cuadernos en la mesa ratona, yo sentada en el suelo, sobre un cojín, con la computadora portátil encima de la mesa también. Estaba avanzando todo, en algún momento tendríamos los exámenes y con ellos, estaban pendientes los proyectos de todas las materias, para calificar por igual con ellos. ¿Por qué los maestros siempre buscaban una manera de mantenernos ocupados?

Apenas y algunos lograban tener vida social.

¿A quién engañaba?

Era la única que no tenía vida social.

Con dos horas en el mismo lugar, las luces encendidas y mi cuerpo casi doblado —en una muy mala postura— me quejé en seguida. Me puse de pie después de hacer tronar mis huesos y me encaminé a la cocina.

Preparé fruta picada, llevándola en un tazón junto con un tenedor para comer de manera limpia y no manchar mis apuntes y trabajos.

Mi celular sonó, indicándome una nueva notificación.

Lo desbloqueé en seguida de llevar un a fresa por la mitad a mi boca.





Desconocido:

Es mejor así, ¿No crees? Separados, cada quién en su asunto y con los suyos.

De lejos está más que bien.

Una vez más me encontraba con ese número desconocido, los mensajes de la última vez estaban aún ahí, tampoco le había dado tanta importancia como debía. Porque en serio seguía sin importar.

Antes de bloquearlo, me llegó otro mensaje. Uno de una persona que sí conocía.





BbClau:

Nena, ¿Qué te parece salir mañana? Estoy libre por completo, además, necesito mucho tiempo con mi mejor amiga. Salgamos juntas, yo invito.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora