La Nerd Más Hermosa; Horan1

Capítulo 88

Era inevitable ahora retener las lágrimas, no podía hacerlo, mucho menos cuando mamá dejó de llorar hace un par de minutos y que ahora me pedía cariñosamente que dejara de hacerlo, sus brazos seguían rodeándome con mucha fuerza, acariciando mi cabello y besando suavemente mis mejillas.

Desde hace tanto tiempo que no sentía a mamá tan cerca de mi, hace rato que no tenía esta gran muestra de cariño que no me daba. Me separé de ella cuando creí que ya era suficiente de tantas lágrimas derramadas, limpié mis mejillas suavemente y sonreí en seguida hacia mi madre, sus ojos también estaban rojos por el llanto de hace minutos, ¿Cómo lograba contenerse tanto?

—Mamá... —Susurré suavemente, mis manos pasaban por sus mejillas de una manera lenta y tranquila.

¿De verdad estaba ella aquí?

Seguía sin poder creerlo de verdad, no entendía como es que ya estaba aquí, cómo es que yo estaba tan fuera de línea y no me di cuenta, porque por todo lo que había hecho últimamente, me había desatendido por completo de mi madre. Prácticamente la había ignorado por alrededor de casi dos semanas. 

Me lamentaba demasiado de todo lo que he hecho en estos días.

—Estoy tan emocionada de que ahora estés aquí. —Vuelvo a hablar— Sigo sin creer que estés aquí, ni siquiera...

Niego rápidamente, limpiando las lágrimas rebeldes que querían salir una vez más.

—¿Te sientes bien? He estado encima de ti por mucho tiempo, lo siento, mamá. —Me disculpo con una pequeña mueca.

—Estoy bien, cariño. Realmente lo estoy, tú...

Se aparta un poco de mi, mirándome de pies a cabeza, me sonrío una vez más de manera tan tranquila y relajada.

—Estás tan hermosa, mi bebé. Ahora podremos estar juntas y bien, podremos vivir tranquilas y relajadas.

—¿Volveremos a casa?

Me senté nuevamente a su lado, besando su mejilla y tomando en seguida sus manos entre las mías. Llené de leves caricias el dorso de su mano, se veía realmente mejor, tan linda y tan llamativa.

Las dos ya estábamos solas en la sala de estar, en la casa de los Horan.

Los dos hombres junto al bebé se encontraban en el piso de arriba, mientras que las dos mujeres estaban dentro de la cocina, preparando la comida en la que todos estaríamos presente. La llegada de mamá era algo realmente importante y grande, se tenía que hacer notar de alguna manera y nada mejor que una comida entre las dos familias unidas después de tanto tiempo que ha pasado.

Pienso que ahora todo va a ser mejor, que de verdad todo va a poder mejorar y ambas podremos estar muchísimo mejor.

Imagino todo lo bueno que mamá y yo podríamos hacer juntas, además de eso, la navidad estaba cerca y ahora saber con más seguridad que la pasaré a lado de mamá me pone realmente feliz, estaremos juntas...

Los golpes en la puerta principal me hacen girar a ver hacia el pequeño pasillo que lleva hacia la misma puerta. Estoy por levantarme.

—Yo iré, ustedes continúen.

Me mantengo en mi lugar, tomando las manos de mamá entre las mías y sonrío, hasta que escucho como alzan la voz allá afuera.

—¿Qué haces aquí?

—Déjame pasar, sé que salió del hospital y quiero verla.

—Deberías de irte.