La Nerd Más Hermosa; Horan1

Capítulo 11

—Hay muy poca gente por aquí. —Hablé, mirando de manera disimulada a mi alrededor— Y es muy tranquilo. —Asentí lentamente a mis propias palabras.

Él se mantenía mirándome y aunque no lo viera, lo sentía. Incluso, podía sentir una sonrisa en su rostro conforme los segundos pasaban y yo no lo miraba.

Existía la clara posibilidad de que él supiera que yo no quería mirarle. Quizá sabía que él me estaba mirando.

Un enredo.

—Es algo alejado del centro de la ciudad... —Comenzó por decir, haciendo que lo mirara— Así que creo que es por eso, quien sabe.

—O tal vez porque muchas personas no se animan a conocer nuevos lugares. Hay tantas cosas que deberían de ser visitadas o en su caso, descubiertas. —Sonreí— Me alegro de poder estar aquí, en un lugar tan lindo y agradable como este.

Mis palabras quedaron ahí cuando la mesera se acercó a nosotros, dejando nuestros platos de comida en la mesa con tanto cuidado y dejando por igual, nuestras bebidas.

—Disfruten de su cena. —Se retiró por completo.

Nos miramos los dos.

—Provecho.

Ambos comenzamos a comer nuestra cena. Realmente, en este momento —y sin entender cómo— me sentía mejor que antes. Los pensamientos sobre lo que podía salir mal entre nosotros y está dichosa salida, desaparecieron por completo.

La cena estaba deliciosa, cada bocado parecía un manjar enorme para mi, haciendo que probara cada vez más.

Saboreé hasta la última migaja en mi tenedor.

—Ésto estaba tan delicioso.

La comida —o al menos lo poco que quedó de ello— fue halagada por mi. Inclusive por Niall que, conociéndolo bien, sabía que a él le encantaba demasiado comer, era todo un glotón de primera.

Antes, cuando me visitaba en casa, mi refrigerador permanecía lleno hasta que él llegaba, se iba, dejando apenas algo de comida en el. Mamá siempre se sorprendía por eso.

Sin darme realmente cuenta de lo que hacia, su voz llamó mi atención por completo, haciendo que lo mirara.

—¿Por qué ríes? —Cuestionó casi alegre, con una sonrisa— ¿Acaso recordaste algo?

—Eh...

Mis palabras quedaron en el aire. Al escucharlo, en ese instante en que él lo mencionó, dejé de sonreír; apenada por lo sucedido, llené mi boca del postre de chocolate con caramelo que estaba frente a mi, ignorándolo por completo.

¿De verdad me había estado riendo por recordar a Niall devorando toda la comida en mi refrigerador?

—Ya, dime. ¿De qué te reías?

—No creo que sea importante.

Resté importancia a ello.

—Todo lo que venga de ti tiene que ser importante. Lo es. —Aclaró— Es decir, me da algo de pena...

—¿Pena? —Preguntó sorprendido— Pues... Antes no parecía darte demasiada pena lo que decías. Cuando me querías rechazar esta cita y las demás cosas. Estabas tan decidida a seguir con lo tuyo y dejándome por completo de lado.

Le miré casi sin saber que decir, por en la mayoría de ello —por no decir que todo—.

—Mejor olvidemos esto.

Me puse un momento de pie, sacudí un poco un par de migas que había caído en mi ropa en el momento en que había estado comiendo.

Su mirada seguía sobre mi, ¿Por qué seguir mirándome de esa manera?