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Lian

Muchas veces me he cuestionado el por que de mi existencia, y el echo de ser quien soy. Hoy me siento peor.
Despues de escucharla hablar asi me he dado cuenta de todas mis fallas, cuando creei que estaba embarazada y exponerla asi al veneno fue una de las peores desiciones que he tomado y que ella ha pagado.

Mi abuelo fue preciso en arreglar los problemas que cause en el consejo con el incumplimiento de la regla y ahora fui absuelto de culpabilidad.

Ojala fuera normal, ojala no tuviera este tipo de problemas.

Remuevo mis pensamientos hacia la noche de bodas, eso que hubo en ella, ese pequeño instante donde la vi desmoronarse sin el saber el motivo de su miedo, me frustra. Ella merece algo mejor, alguien que pudiera comprender todo esos instantes y saber que hacer.

El jardín esta envuelto en una niebla gris, me giro hacia la habitación y la veo tan hermosa como siempre, esta tendida sobre la cama envuelta en la sabana sus cabellos alborotados están en todas direcciones, Su rostro esta relajado.

Ella es tan pura e inocente, soy tan egoista por haberla retenido entre mi vida sin sentido...

Chelsy

Contempló su cuerpo perfecto, él esta ahí parado, observando por la ventana, tan absorto en sus pensamientos que finjo un poco más estar dormida para dejarlo tranquilo.

—He pedido que violeta suba el desayuno a la habitación—

—¿Como te has dado cuenta que he despertado? — sonrió mientras remuevo mi cuerpo entre las sabanas

—Mi instinto me avisa, siento cada movimiento de tu cuerpo por minimo que sea, y pudiera controlarlo— se gira hacia mi y me mira con seriedad

—Oh—creo que no debía de saber eso —¿y lo has echo con alguien? —por supuesto que pensaba que ese alguien podría ser yo.

—No, aunque he pensado muchas veces en querer hacerlo. ¿Quieres saber para que? —

—No— respondo con prisa —¿Como te sientes hoy?—

Su sonrisa pícara que refleja su rostro me da una idea, aunque puede que solo sea una idea perversa mía.

—¿Tienes hambre ya? —vuelve a retomar el tema del desayuno, su forma preocupona vuelve y eso me da un indicio que esta mejor que ayer. -
—Mi luna hoy debo de ir a una junta, pero puedo quedarme si tu quieres, y hoy estoy mejor cariño —

Solo gire la cabeza a ambos lados y le extendí mi mano para que se acercara hacia mi. Lo miro dudosa. Para unas cosas es demaciado directo, pero para otras no tanto. ¿Por que no admite que no está bien? ¿Orgullo? Cuando se acerca se sienta al borde de la cama y me levanto para rozar sus labios. Suspira, y me retiene sujetando mi nuca.

—¿Sientes? —pregunta en voz baja.

Cierro los ojos, dejándome llevar por la abrumadora sensación. Claro que lo siento, ¿como no lo haría ? Esa corriente que viaja entre nuestros labios. Tira de mi y me vuelve a besar. Es un beso intenso, pero al mismo tiempo tierno. Me aferro a su ropa, al mismo tiempo que siento mis piernas temblar.

—Será mejor que salga antes de que cambien de opinión—

Abro los ojos de inmediato y hago un puchero, ¡wow, eso fue intenso! Me aferro a la mano de lian, pero me detengo de golpe al verla.

—¡Mamá! —exclama Lian, al verla aparecer tras la puerta.

—Buenos días Hijo— contesta mientras mantiene la expresión seria. El rubor y la agitación desaparecen de mi, ni siquiera me ha dado tiempo de reponerme de lo que mi mente acaba de maquinar hacia lo que podría hacerle a su hijo en un par de minutos. <<que oportuna suegra>>
—Chelsa— me sonríe.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora