Solo Mark Y Lian

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Gire en dirección a mi ventana, y la Cerré con fuerza.

—El clima es perfecto está noche. ¿Por qué cierras la ventana? — preguntó Neffertari mientras tomaba de mi mesa el viejo libro de plantas.

—El clima es demasiado helado para mi—

Me acobarde en decirle la verdadera razón de mi proceder, no le diría que hoy no tenía ganas de ver a Lian volverse histérico solo por que Mark deseaba ser mi amigo nuevamente.

Gire en dirección a ella y me di cuenta que llevaba más de un minuto sin decir nada, lo que provocó que Neffer me mirara con extrañeza desde su lugar.

—¿Estas bien? —dejó el libro nuevamente en mi mesita de noche y avanzó hasta llegar a mi cama y sentarse a mi lado.

—Si—sonreí, pero aún así sabía que esa sonrisa no me llegaba hasta los ojos.

—Chelsy ¿También lo extrañas verdad?—

Negué con la cabeza, rápidamente.

—Chelsy, por favor—

—Si—admití.

Sus ojos no demostraron sorpresa. Supongo que ella recordaba más de nuestra infancia que yo, jamás había tocado ese tema con ella pero la manera tan repentina de saber más de Mark me tomó por sorpresa.

—Cuentame— murmure mientras me inclinaba para poner mi cabeza en su hombro como desde niñas.

—contarte ¿Que? — sentí como se puso rígida.

—De nuestros días con él —finalize.

—Bien—dijo dudosa.

Me acomode un poco más para poder escuchar bien todo lo que mi amiga diría tratando de recordar esas pequeñas cosas de las cuales yo estaba privada a recordar.

Cuando un golpeteo en la puerta nos sobresalto.

—Chelsy te buscan— Ágata hablo amablemente.

Ambas giramos en dirección a la puerta, imagine que Lian se había dado cuenta de mi enfado por lo que desidi enfrentar y reclamar su actitud egoísta que últimamente había tomado.

No demore en bajar en la sala, mi mente trabajaba en las palabras exactas para abordar el tema, cuando me frene. Estaba recargado en la puerta, vestía unos jeans azules y una playera blanca, tan ceñida al cuerpo que se notaba cada musculo de su cuerpo. Su cabello parecía una maraña, había cresido más de lo normal, era Mark.

—¿Mark? —

—¡Chelsy! —saludo, y la sonrisa que estaba esperando cruzo su rostro.

—¡Volviste!— grite

Mientas corrí para abrazar a mi amigo, a mi mejor amigo. El me estrecho contra él, dejándome sin aire.

—Esto es genial— murmuró.

De un momento a otro la sala se quedó en silencio, Ágata y Neffer nos consedieron un poco de intimidad.

Demasiado nerviosos comenzamos a caminar justo cuando salimos de la casa de Ágata, con Mark me sentía diferente, despreocupada como si los miles de problemas no existieran estando a su lado.

Mark me habló de lo bien que estaban marchando sus proyectos, mientras le contaba de mi tiempo en la escuela y de las cosas que aprendía cada día, pero no fue mucha la euforia hasta que llegamos a los temas de conversación más difíciles e inevitables.

—Bueno ¿Y cómo te has sentido? —me pregunto Mark mientras se detenía para recargar su espalda en un tronco seco de un árbol.

—¿Como de que?— sabía exactamente a dónde hiba, he intententaba saltarme esa parte, pero sabía que no lo lograría.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora