Fuego Y Hielo

Sospechas

Violeta me ha traído una ropa que Ailey le dio para mi, los pantalones holgados los siento bastante bien, excepto la blusa blanca pegada se ajusta demaciado a mi cintura, pero no importa, es demasiado bueno para mi un cambio de ropa limpia.

Salgo del baño rápidamente y veo a Lian de pie en la puerta esperando expectante por mi, anoche no regreso a dormir.

—Lo siento, me enfrasque en la investigacion—

—¿Tienes hambre? — pregunto al darme cuenta que sus ojos son de un carmesí intenso.

—Un poco, jamás te haría daño, no tienes por que preocuparte—

—No lo hago— camino a prisa, el esta hay esperando por mi con sus brazos abiertos hacia mi, me refugio en sus brazos, no quiero que piense que le temo.

—Debo seguir con el trabajo, Ean viene hacia acá y parece que tus amigas también—

Besa mis labios y noto como su cabello ahora es negro, me preocupa su estado, pero sigue siendo tan perfecto que dejo a un lado mi preocupacion para atraerlo hacia mi.

Violeta me ha traído el desayuno al jardín, una pila de panqueques con miel y tocino.

—¡Chelsy! — Exclaman ambas al unisono cuando entran al jardín.

—Chicas— les sonrió mientras levantó mi mano para saludarlas con exagerada alegría.

—Creimos que necesitaba compañía—  anunció Amber.

—¿Me has estado espiando? — le acuso divertida.

—Un poco— sonríe del mismo modo.

Nos enfrascamos de una charla ligeramente fuera del submundo, Amber nos cuenta con detalle como Ean le pidio que se casara con él, mientras que Neffer se encuentra sumida en los últimos preparativo de la universidad y ya tiene un trabajo en puerta.

El jardin de la casa de los padres de Lian es tan extenso, que observo con detenimiento el movimiento de las flores que la madre de Lian tiene en un extremo y noto como una de las vampiresas encargadas de la casa de los Domenech nos mira fijamente, algo que me resulta incomodo.

Violeta esta sirviendo el té

—¿Chelsy? — Miro a Neffer quien tiene el ceño fruncido —¿Todo esta bien?—

Asiento

—¿Violeta, Quien es la chica
pelirroja? ¿Es nueva? —

—¿Nueva? ¿pelirroja? — me mira confusa y niega con la cabeza —No hay nadie nuevo con esa descripción señora—

—Pero...

—Tal vez alguien que vino a traer algún comestible— réplica Amber mientras muerde una galleta.

—Si, seguro— respondo no muy convencida, paresia lo bastante intrigada cuando nos observaba.

No entiendo por qué me inquieto tanto mirarla, una chica como ella no pasaria desapercibida en la casa, pero... Me resulta perturbador ese color en su cabello, la mayoria de las vampiresas de servicio son de cabellera rubia.

                               ***

Tengo que comprar un par de cosas, Violeta esta en la cocina y aun no llega Lian mucho menos el resto de la familia, tomo mi abrigo rojo, solo ire al super que esta a unas cuadras de aqui, nada malo podria pasarme.
Salgo de la casa sumida en mis pensamientos.

—¡Pequeña morticia! — escucho su voz tras de mi.

—Azael— murmuro al sentirlo cerca de mi.