El Encuentro

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Ya son tres dias desde que se fueron, y aun no han regresado, nadie comenta nada, las actividades en el consejo siguen como si nada la mayoria del tiempo veo desfilar vampiros por esta casa, junto con algunas otras especies del submundo, Lian me mantienen ocupada la mayoría del tiempo ya sea en casa de Ágata, en la biblioteca o últimamente me deja entrenar con Angela, quien a pesar de ser gente de Yeira y ser un poco sombría me agrada. Todos intentan parecer tranquilos incluso Ean, pero he podido verlo un par de veces en la ventana con la vista perdida al horizonte y a Hannia le he visto dar vueltas en el pasillo con un crucifijo en las manos.

-¿Y como están las cosas en la casa? - menciona Ágata mientras coloca unos duraznos sobre la mesa.

-¿Cual asunto en particular? - preguntó torpemente.

-Pues las enormes filas que se reciben a diario en casa de los Domenech-

-Terrible, el estar aquí con ustedes me da tanta paz- sonrió intentando olvidarme un poco de lo abrumador que es.

-Tu tambien sabes luchar ¿verdad?- le pregunto, Lian me contó que Agata era muy buena para los combates.

―Un poco ―dice encogiéndose de hombros, restándole importancia.

―¿Cómo fue que aprendiste? ―pregunto curiosa. Suspira y sonríe con tristeza. Creo que no debí preguntar

―La necesidad―La miro fijamente, sus ojos se han cristalizado, como si estuviera recordando momentos difíciles

―Cuando estás sola y tienes que proteger a tu sobrino como si fuera tu hijo eres capaz de todo. Mark. Sin duda, yo haría lo mismo si tuviera un hijo o sobrino.

―Eres una mujer increíble ―Sonríe ligeramente y niega

―No es algo propiamente mío. Creo que es algo bueno de los humanos. Somos capaces de aprender rápido y adaptarnos a la situación, por muy difícil que sea―

-Tienes razón. Pero... ―Suspiro y dejo caer la cabeza― siento que no avanzo ―admito con expresión afligida, la cual le roba una risilla.

―No te desesperes, Chelsy. Estoy segura de que te enseñarán muy bien.

―Sí ―Suspiro

-Sabés, fue una pena que mi mark ya no tuviera oportunidad contigo-

Siento como si me tiraran un balde de agua encima. ¿Qué cosa dijo?

―¿Eh?-

-No lo tomes a mal, te quiero mucho aun así, y Lian es un buen hombre lo ha demostrado pero no podría ocultar lo que me hubiera gustado. Y sin duda alguna fue el destino- me sonríe amablemente y toca mi rostro.

¡Ay dios!

Azael

Estamos ya lo bastante lejos de donde nos emboscaron, pero necesitamos tomar un descanso.

-Hay que recuperarnos- ordenó.

-No podemos detenernos, si vienen tras de nosotros eso les dará ventaja- niega Mark.

Miro a mi al rededor todos parecen agotados y las condiciones del clima no favorecen

-Lo sé- pero no estamos en condiciones. Odio admitirlo pero el fuego me debilito, aunque mi piel parece sanar rápido me siento agotado.

-Será mejor darnos prisa Azael- Opina Bastian, quien desde que llegamos no ha estado más que suplantando mi papel divertido. Y ahora al estar al frente debo comportarme. Y ahora está deacuerdo con el vidente.

-No. Descansen nos vamos antes del amanecer, consigan comida. Hay mucha fruta por aquí-

-Yo no quiero cocos, gracias- Bastian se queja y Lina lo mira con reprobación.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora