Mis Desiciones

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LIAN

Tomo su rostro entre mis manos, y con suavidad la aparto de mi pecho para mirarla directamente a los ojos.
En ellos encuentro el miedo, como me lo ha echo saber. Respiro con pasiencia el solo imaginarme que algo o alguien la ha asustado de ese modo me hace querer despellejarlo. Necesito que hable, dese que llego solo ha estado temblando, y necesito respuesta, pero esperare a que este lista. No quiero abrumarla.

—¿Quieres contarme que sucedio? — digo con voz suave. Ella asiente pero no deja de sollozar —Chelsa ¿que ha pasado? —vuelvo a preguntar ansioso, me estoy impacientando.

Veo como respira varias veces tratando de calmarse, la miro ocultando la ansiedad que me provoca verla en ese estado. ¿Pero que demonios le paso? Ni siquiera cuando la ataque la mire así.

—Estaba en casa, cortando zanahorias, y Hannia—comienza a hablar entre jadeos —yo fui, yo la vi ahi— cierra los ojos y se aferra a mi ropa, siento el temblor de su cuerpo —De pronto ya no estaba ahí, de pronto estaba en ese claro, pero solo con ella— mueve su cabeza a ambos lados aterrada —sus ojos eran amarillos y sus dientes como los vampiros, y decia solo eso—

—¿Que cosa? —

<<las sangres>> <<ya es hora>>

—Shh, calma, ya estas bien—

—¡No! Fue tan real—

—Solo fue una alucinación— pienso en voz alta.

Ella me mira con angustia, y eso me hace sentir culpable, la he dejado tanto tiempo sola. No he estado ahi para ayudarla. La beso nuevamente y la abrazo con suavidad

—No estoy diciendo que estas mal Chelsy, alguien puede estar manipulando esto—

—Eso es posible ¿verdad? — inquiere con rapidez, como si mi idea no le resultara de todo absurda. Y su reacción me alivia, ella confía en mi, a pesar de que sabe mi condición. Sin embargo yo tampoco se si es posible, esto es tan extraño es como si sus visiones se hubieran pasado a mi mente.

—No lo se amor, es una suposición— digo sin soltarla, sus delicadas y delgadas manos rodean mi dorso y una enorme necesidad de protegerla surge más en mi. Hasta hace un tiempo mi prioridad era el submundo, y mi familia pero desde que ella llego a mi mundo ahora todo gira en torno a ella, ella tiene a alguien.

—¡Espera! —exclama mirándome sorprendida, como si hubiera descubierto algo maravilloso, olvidando poe completo el llanto y el temor. Mi mujer era un acertijo que aun no podia descubrir con exactitud.
—Esa mujer, la pelirroja, ella, si la he visto—

—¿Que mujer?— preguntó

Asiente mirando por la ventana <<quisiera saber que es lo que piensa, como los vampiros, que nos entendemos con solo mirarnos>> Pienso sin dejar de mirarla.

—Se lo que vi, estaba ahi en la casa, aquella ves que la vi a lo lejos cerca de la huerta del jardín— exclama
—No estoy loca—

—Jamas pensarían eso de ti, si te consuela yo soy el que comenzo primero con esto— aseguro mientras acomodo un mechon de su cabello tras su oreja, captando por completo su atención.

—Ella es diferente, se que no es de las de servicio—

—¿Como puedes asegurar eso, ¿en que te es diferente? — pregunto con cautela, al darme cuenta que divaga.

—No es como ustedes los vampiros sus ojos carmín, ella tiene los ojos amarillos, y su mirada es mas astuta como... No se como explicarlo— sus palabras me regresan a la realidad.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora