Voto de confianza

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Mark

Avanzo por los pasillos de la enorme mansión, un lugar lúgubre y frío, ahora entiendo por qué han dejado que Chelsy tenga la habitación con chimenea, es la única que necesita calor humano como el que hay en casa de tía Ágata, pero recuerdo pronto lo que he venido hacer en realidad, me pierdo enteré los pasillos y bajo a prisa por las escaleras que conducen a los túneles, donde la tienen.

-¿Que haces aquí?- me pregunta un vampiro rubio, es uno de los del clan de Yeira lo he visto algunas veces

-Vengo a ver a la chica- digo sin más rodeos, el me mira con el ceño fruncido

-Ella no tiene permitido visitas, más que Gael es quien se encarga de ella-

-Estoy aquí por órdenes de Azael- miento, se que me meteré en problemas si el vampiro se entera.

El me mira dudoso pero no dice más me hace una seña con la cabeza para que pueda pasar, sigo caminando, aquí abajo se siente más humedad y sobre todo es frío demaciado frío.
La miró recargada en la pared, ya no es la misma chica con la que luche, ahora la noto más delgada, su cabello está enredado y lleno como de barro, y bajo su blanca piel se notan los puntos violetas a causa de los golpes que le han dado para que hable.

-¿Que es lo que quieres?- escucho su voz y giro para fulminarlo con mi mirada

-¿Que demonios le hiciste?- le digo mientras doy un paso al frente, en señal que no me intimida, el hace lo mismo.

-No estamos para peleas aquí abajo, relájese ambos- la fina y delicada voz de la vampira me hace volver, es la chica llamada Ángela. -Mark-

Giro mi cabeza hacia donde ella está es la primera vampira del consejo que me habla con naturalidad como si fuéramos iguales

-El señor Ean necesita hablar contigo-

El me sonríe, no quiero dejarla aquí sola desprotegida, pero necesito buscar ayuda para poder evitar que la sigan golpeando de esa manera. De mala gana la sigo, no puedo dejar de pensar todo lo que ese cretino le ha echo pero es necesario hablarlo.

-El tiene el permiso de hacer a esa chica a su manera, no ha perdonado todas las vidas que cobro de la guardia, no es culpa de nadie más que de ella-

No protestó, aún la sigo, y evitó darle una respuesta para no descargar mi furia contra ella, a pesar de los que mato y que daño a Bastian ya fue mucho lo que le han echo.

-Sigue caminando al final encontrarás una puerta achocolatada ese es el despacho del señor Ean-

Asiento y veo como ella desaparece, sigo caminando enfurecido, llegó a la puerta pero no me molesto en tocar, entró sin permiso y Ean me mira sin sorpresa alguna.

-¿Por qué has permitido que la traten así?- le digo sin pensar

-Mark- dice con una nota tranquila, pero yo lo interrumpo antes de que diga algo más.

-No, no están siendo nada bondadosos ¡Es una mujer! Esta gravemente herida, no le han dado comida alguna, y ni siquiera permiten que la chica tenga ropa limpia ¿Que clase de gobierno es tu hermano?- digo furioso

-Si no recuerdas mato demaciada gente de la guardia, casi asesina a Bastian quien creo que es tu amigo y peor aún, quería a la mujer de mi hermano- lo miro con seriedad, tiene razón pero pienso que la chica se puede regenerar, después de todo me ayudó a acabar con Damián eso merece un poco de piedad ¿No? También noto que ya no me molesta tanto el término mujer de mi hermano en referencia a Chelsy

-No estoy pidiendo que le perdonen los delitos, simplemente quiero que la traten un poco mejor yo puedo cuidarla-

-El tiene razón, habla con Azael, ahora será el quien se ocupe de ella-

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora