El raptó

16 1 0
                                    

El sol comenzaba a caer al final de los arbustos, y yo seguía de pie observado el menor movimiento de la vampiresa rubia, que me miraba con desdén.

—Pequeña Chel...Azael se quedó congelado con los ojos como platos cuando cruzó la línea de la puerta.

—¡Azi!—gritó la rubia.

—¿Elina? ¿Pero que demonios? —

—¿Que hago aquí? Fácil vine a conocer la nueva adquisición de Lian, siento que últimamente siente facinacion por las morenas ¿No lo crees? Aunque la veo más débil que a la horrenda bruja anterior— me volvió a mirar con desdén y finjio una sonrisa amable a Azael.

— Creo que no estás enterada de las cosas, quién está frente a ti es la prometida de mi sobrino, ya basta Elina te apareces y desapareces como un fantasma ¿No te cansas? Tu quedaste atrás junto con el pasado. Entiendelo — observe como poco a poco Azael caminaba hasta acercarse a mi.

-—jamás lo voy a entender, por cierto eso no me dijo unas noches atrás, bien Chelsa gusto en conocerte nos volveremos a ver pronto—

Una ráfaga fuerte de viento azotó nuestro cuerpo junto a un montón de hojas secas del viejo acre, y con el despareció la bella rubia, me quedé unos minutos paralizada hasta que Azael se convirtió en un borrón y de pronto ya estaba sobre el sillón reclinable de la sala y junto a mi Azael tenia sobre sus manos un vaso de agua.

—Oh Chelsy, no mejoras con el tiempo. Ya deberías acostumbrarte al Submundo, criaturas viene y van. Estarás en contacto con ellos más seguido de lo que te gusta, y más cuando seas una Domenech... Bien pudiste ser una Walk—sonrió picarón.

—¿¡Quién demonios es!?—grite con agitación haciendo que Azael perdiera el equilibrio y derramara el vaso de agua sobre su ropa.

—¡Mi ropa Versace! Tranquila, ok. Iré por un vaso más —Azael se movió un poco pero me apresure a tomarlo de la muñeca y a tirar con todas mis fuerzas.

—¿¡Quién es ella!?— lo mire a los ojos.

—Pequeña Chelsy, solo te puedo decir que es una vampira loca como Yeira, sabes será mejor que nos larguemos de aqui—

—¿A donde?— lo mire con confusión.

—A la casa por supuesto, no permitiré que otra deidad como esa se te aparezca— añadió — Además está en juego mi paga, si a ti pequeña te llega a suceder algo ese vampiro gruñón que tienes por novio me despelleja—

Azael tiro de mi, obligándome a salir de la casa, no sin antes dejar pegada en el refrigerador una nota a Ágata asegurando que todo estaba bien, que solo había ido a dar un paseo junto con Azael.

No quedó más que subir a la habitación de Lian, a esperar, Ean estaba con Amber en su casa y no deseaba toparme a solas con la madre de lian, Ailey.

A un la relación entre ambas no era tan buena como con su padre.

Comencé a alisarme el cabello poco a poco frente al viejo espejo, ese que Lian cuidaba tanto, siempre me pregunté que historia tenía. Tome una hinchada almohada que Lian tenía en medio de su cama, me recosté sobre ella, olía a él, aspire su fragancia por unos instantes.

Hasta que alguien entro como rato haciéndome sobresaltar.

—¿Chelsy?—Hannia me miró con los ojos como platos.

—Hola, Hannia. ¿Estás bien?— pregunté con preocupacion al ver la manera en que entró a mi habitación.

—Si, lo siento. Sabia que Lian no estaba por eso desidi meterme aquí ante de que Azael me viera— contesto apenada.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora