Un regalo de sangre

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Mark

—¡¡Muevanse!!— grito a unos pasos de casa de tía Ágata

¡Mierda! Lina sus ojos alarmados se fijan en el cuerpo de Bastian.

—¿Que paso?—inquiere mi tía acercandose, alterno mi mirada de ella a Lina y ella pronto comprende.

—¡Bastian!— grita Lina antes de llegar a nosotros. Su rostro a cambiado está más pálida de lo normal y su mirada cristalizada.

—Pasen por aquí, ahorita lo reviso— mi tía entra apresurada a la casa

—¿Dime qué le pasó?— me interroga la vampira, la miró mientras observó a uno de los vecinos que nos miran asustados, me apresuró sin decir nada y entramos a la casa.

—¡Vidente demonios! ¿Que le pasó? ¿Por qué está así?— exige furiosa, no puedo decirle la verdad del todo, buscaría a la pelirroja y no estamos en condiciones de dejarla ir sola.

—¡Me atacó una lagartija!— murmura Bastian antes de que pueda contestar. Los ojos de Lina se abren demasiado y suelta una risita nerviosa.

—¡Maldito idiota!— dice mientras pasa su brazo por sus ojos, linpiando las lágrimas antes de que nos demos cuenta.

—Que bueno que tengas ganas de bromear, la vas a necesitar cuando mi tía te cure— le sonrió

Una pequeña sonrisa aparece en su rostro, no responde, debe contarle hablar. Esa mujer casi le perfora el cuello, aún no lo entiendo, fue tan rápida que no nos dimos cuenta de su presencia ¿Por qué?

—Recuestenlo aquí por favor—ordena mi tía mientras retira la manta de la cama. Lina nos sigue y sus manos tiemblan.

—Tranquila Lina, Bastian estará
bien— murmuró para darle apoyo. Se muerde el labio y asiente sin quitarle los ojos de encima

—Mas le vale, al inepto por qué si no es así le sacaré yo los ojos—

Mi tía se acerca y lo mira con preocupación mientras destapa su herida, para ser un vampiro no pinta nada bien el que aún no comienza a sanar por si sola

—Creo que deberá verlo algún doctor, debes de llevarlo a la casa de los Domenech—

—Desde un principio debieron de llevarlo allá— Lina nos fulmina a todos

—Lian también está herido—repongo y ambos me miran con asombro. —¿Segura que no puedes hacer nada más?—

—Lo intentare, necesito agua caliente, gasas y alcohol— mi tía se inclina y ve la herida de Bastian con preocupación
—La herida es profunda, necesitaré sangre—

—Yo se la daré—desconozco si puede aceptar mi sangre pero a pesar de ser un vampiro me cae bien

Ean aparece en la puerta

—¿Dónde está Chelsy?— pregunto

—Ya está en casa—

—¿Cómo está tu hermano?—

—Mal—

¡Mierda! Se cómo debe de estar ella, quisiera poder ir a verla pero no puedo dejar a Bastian solo con ellas.

—El agua—Lina se acerca con traste enorme y se abre paso

—Mark ayudame a levantarlo por favor, necesito limpiar la herida, pero necesito anestecia— mi tía me pide ansiosa

—¡Solo hágalo!— murmura Bastian

Chelsa

Mi corazon late a toda prisa, contengo la respiracion y empujó la puerta de la habitación, conteniendo las emociones me adentró y veo su cuerpo en estado rígido ¡Lian!

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora