Revelaciones

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—¿Crees que se enojara?— preguntó. Parecía esperanzado.

—No lo se— estaba segura de eso.

—Aunque esta noche es seguro que intente secuestrarme para que no te vea más—

El embozo una amplia sonrisa que le llegó hasta los ojos.

—Puedes ir con migo a Manhattan— sugirió.

—Apuesto que a Lian le encantaria— repuse con sarcasmo.

Ambos nos quedamos callados, sabía que Mark había mencionado Manhattan por hacerme rabiar, no creo que me lo estuviera proponiendo en verdad ¿O si?

—Bueno, ¿y que hay de nuevo en el consejo?—me atreví a preguntar.

Mark se detuvo en seco, cuando caminábamos al borde del lago que solíamos visitar, en el parque cercano a mi casa. Me miró fijamente hasta que me hizo desviar la vista.

—¿Que pasa?—quize saber.

—Creo que nada a cambiado no que yo sepa— miro hacia otro lado.

Espere a que siguiéramos caminando, pero parecía sumido en sus pensamientos.

—¿Todo bien?—volví a preguntar.

Mi amigo volvió a reír  entre dientes de nuevo.

—Sabes, he estado practicando. Con lo de leer la mente pero no me ha salido muy bien, pero descubrí algo más— se calló para después suspirar.

—¿Quieres decir algo nuevo?—

Puso cara de preocupación y se volvió hacia mi para observarme. Me miró fijamente por unos minutos, a los ojos y sin hablar, con el ceño fruncido como si estuviese tratando de descifrar mis pensamientos.

—¿Por qué me miras así?—pregunté cohibida.

Movió lentamente la cabeza

—No fue nada—

Mark comenzo a caminar de nuevo entre los árboles del enorme jardín del parque, pero me tomo de la mano para guiarme a dónde estábamos a punto de dirigirnos; me sentí mal por no retirar su mano de la mia, pero me sentía cómoda, la sentía grande y tibia al contraste de la mano fría de Lian. Imaginé lo que las demás personas que caminaban o estaban en el parque pensarían de nosotros, éramos la clara imagen de una pareja, y me pregunté si debía de frenar esto,  pero no arruinaría el momento entre mi mejor amigo y yo.

— ¿Me contarás que fue lo que descubriste?— pregunté cuando me dio la impresión de que no iba a contarme nada más

—No es nada. Mejor te hablo del consejo—

—¿Hay algún problema en el
consejo?—

—No, Lian está por tomar el mando eso ya lo debes de saber no hay mucho que contarte—

— Si, pero estábamos hablando de ti. ¿Quieres que te adivine que es lo que tienes?— lo mire con atención como si pudiera entrar en su mente pero me costó trabajo, por lo que desvíe la mirada para ocultar el dolor que me producia.

—¿Chelsy estás bien?—

—Si Mark, estoy bien. Pero necesito saber que fue lo que descubriste— volví a intentar.

—Realmente no se si vuelva a ser posible, pero... Hace unos días traspase mis recuerdos nuevamente a la mente de otra persona. Tal como lo hice aquella vez contigo ¿Recuerdas? En casa de la tía Ágata—

Mark guardo silencio, mirando rápidamente hacia un roca a lo lejos del parque .

—Si— me extremesi un poco al recordar aquellos niños jugando en una calurosa tarde de verano, algo que hizo que mi piel se erizará.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora