POV ______
Desde que llego Zuko no le dirigí la palabra, me sentía molesta y dolida por sus palabras, se que es muy diferente perder a una madre, pero no se compara con perder a toda tu civilización, amigos y tu guía espiritual.
Camine cerca del río recordando la primera vez que conocía a Lua, como fue que ella me escogió a mi, las veces que jugábamos juntas, recordaba mis clases a los jóvenes maestros aire o mis pequeñas bromas a los monjes mayores.
Suspire y mire el cielo.
-Los extraño- dije inconscientemente mirando las estrellas y recordé las sabias palabras de mi maestro.
"Cada vez que lo extrañes solo mira las estrellas, el se unirá al hermoso cielo y iluminara tus noches para que duermas tranquila, no morimos, solo pasamos a otra vida... solo morimos cuando nos dejan de recordar".
Recuerdo con exactitud ese día, Milo... el pequeño lemur volador que rescatamos estaba muy herido, los pocos días que estuvo a mi cuidado no pude evitar encariñarme con el. Recuerdo bien el día en el que iniciaba mi entrenamiento de guerrero, el monje Gyatso corrió al gran patio y al momento de verlo con milo en sus manos, me di cuenta de lo que pasaba.
La impotencia a su perdida fue tanta que no podía controlar mi aire control y fue cuando logre crear el huracan. Ese día los gritos del monje Gyatso me calmaron y logre controlar mi aire control creando la nueva técnica. Tiempo después a eso, con 8 años y controlando el huracan logre conseguir mis flechas de maestra aire.
Después de mirar el cielo nocturno empece a sentir el frío de la noche mas fuerte por lo que volví a la tienda esperando que Zuko ya estuviera dormido, pero al entrar el no estaba ahí. Con pocos ánimos y aprovechando la ausencia de Zuko me cambie mi kimono blanco por mi ropa de la nación del fuego que era un poco más caliente para la noche, y estando lista me arrope con las mantas y me dispuse a dormir.
[...]
-Buenos días maestra __________- me dice Aang haciéndome reír.
-Buenos días pupilo Aang- le contesto y el me sonríe.
Me siento cerca de el y veo que los únicos que estamos desayunando somos el, Suki, Sokka y Toph.
-¿Donde están los demas?- pregunto al no verlos cerca.
-Fueron al pueblo- me dice Sokka con la boca llena recibiendo un golpe por parte de Suki- lo siento- se disculpa después de pasarse lo que tenia en la boca.
Los cinco comimos tranquilos mientras platicábamos y debatimos cosas sin sentido y después de un rato llegaron los demás, cargando muchas cosas.
-Ire a ayudarles- digo al ver que son demasiado lo que traen.
-No... ellos pueden solos- dice Sokka nervioso.
-Se que pueden pero son muchas cosas, si les ayudo terminaran más rapio- comento.
-__________ yo.... ocupaba tu ayuda en algo- me dice Suki igual de nerviosa que Sokka por lo que la mire interrogante al igual que a Sokka.
-Esta bien...- digo al final y Suki toma mi mano para llevarme rapido a la sima de la montaña muy alejados del campamento- en que querías mi ayuda- le digo.
-Yo ammm bueno- me dice- Sokka me dijo que le enseñaste a luchar y meditar... y bueno- decía mientras se trataba con sus palabras.- puedes enseñarme a meditar porque ya se luchar y...- la interrumpi.
-No tienes porque estar nerviosa y con gusto te enseñaré- digo y me siento en el pasto.
Empece a explicarle los beneficios de la meditación, dándole algunos consejos para que lograra estar en calma y en sincronía con su alrededor mientras la regañaba por cada distracción que tenia haciéndola reír de vez en cuando. Después de un tiempo ambas nos paramos dando por terminada nuestra sesión.
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🅓🅔🅢🅣🅘🅝🅞 (ZUKO Y TU)
FanficAvatar: la leyenda de Aang. Cada uno tiene un camino distinto que recorrer, diferentes metas que alcanzar. Uno se guía por el odio y otro por la amistad, ambos se ven como rivales evitando mirar que sus caminos estas cruzados porque así lo quiso el...