CAPÍTULO 42

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POV _______

El cometa había llegado, los ancianos del loto blanco estaban ya ayudando a la gente. Por mi parte estaba en mi posición esperando a la llegada de los maestros fuego.

Tenia miedo, no debía negarlo, pero ganar estaba batalla es algo que tenia que hacer y no me rendiría hasta lograrlo.

-__________ Los ancianos ya resguardaron a los civiles esperan en segunda fila- me dice Akira llegando a mi lado.

-Bien- digo solamente eso mientras lo miro con su atuendo de guerrero de la nación del polo norte- hace mucho que no te veía con eso- le dije.

-Solo me viste en la invasión que intento la nacion del fuego contra mi tribu- me contesta- por otro lado ¿estas segura de luchar con eso?- dice al ver mi vestimenta.

-Los kimono blancos representaban a los pocos maestros aire especializados en la lucha, es algo que debo portar- le digo.

-Si bueno, joven guerrera creo que necesitara esto- me dice extendiendo mi daga- puede que te sea útil.

-Me había olvidado de ella- digo mientras la tomo y la coloco en mi  cintura escondiéndolo.- muchas gracias- le sonrio.

-Bien tengo que irme a posición, si vemos que se ponen las cosas dificil entraremos a ataque- comenta.

-Entendido- contestó y miro hacia delante notando el humo de las maquinas acercarse poco a poco.

-____________ - me vuelve a llamar haciendome voltear a verlo- por favor no mueras- dice triste.

-No lo haré... lo prometo- le sonrio demostrando mi desempeño y fortaleza, el despues se marcha dejándome sola en primera fila.

-Yo salvare a Ba Sing se- me digo decidida mientras aprieto mis puños.

Rapidamente Las naves de tierra empezaron a llegar, el general Iroh lanzaba ráfagas de fuego control desde el interior del muro para mantener alejado a las bestias, y los demás ancianos pelearan contra los soldados ya internos en la gran ciudad.

Poco a poco empece a hacer círculos con mis brazos sintiendo la sincronía del aire, entre más movientos hacia el huracan se fue formando poco a poco y en el centro me iba elevando con el, cada vez que subia este se hacia más grande, más fuerte,  mucho más poderoso succionado todo a su paso. Al estar en la cima del huracán con mis ráfagas de aire control rompía en dos las naves terrestres y me defendía de los ataques, mi huracan iba succionado los escombros de las naves junto a aquellos soldados.

Los ataques de fuego llegaron, eran potentes y me hacían sentir un gran calor recordando la sensación cuando toca tu piel, aun asustada por el fuego, traumada por aquella mala experiencia en el polo norte, mis ganas de ganar eran más fuertes, me defendía con ataques potentes de aire control, aunque no parecian servir de mucho.

Tuve que concentrarme el doble haciendo crecer más mi hurancan haciéndolo igual o más poderoso que el fuego, el cual al ser lanzado a mi dirección se mezclaba con mi aire haciendo un huracan en tonalidades rojas y naranjas las cuales desaparecían poco a poco gracias a la fuerza del huracan. Mientras más partia naves, mi huracan más cosas absorbía volviéndose más pesado, por ende también empezaba a sentir el cansancio.

-No puedo parar ahora- me decía una y otra ves.

El ruido de los ataques, el bullicio en la ciudad, los sonidos de las maquinas y los gritos de los soldados, todo sonaba en sincronía, escuchaba todo perfectamente, hasta los pequeños gritos de terror de la personas resguardadas bajo tierra, y por un momento pensé.... esto vivió mi gente cuando fue atacado, este fue el miedo que sintieron cuando fueron masacrados...

🅓🅔🅢🅣🅘🅝🅞 (ZUKO Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora