Capítulo 38

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EVA

El resto del día Valeria se fue con Hugo, al día siguiente iba a volver a Galicia, y como no sabía si el también lo iba a hacer, la dejé con él, pues esta última semana la había pasado conmigo la mayor parte del tiempo.

A la mañana siguiente metí todas nuestras cosas en la maleta y conduje hasta la casa de Samantha, cuando me abrió me dijo que estaban durmiendo, pues era pronto aún, así que me dirigí a la habitación del rubio.

Abrí la puerta y vi la imagen más enternecedora del mundo: Hugo estaba tumbado boca arriba y encima de su pecho tenía a Valeria, a la que sujetaba como si se fuese a ir mientras el rubio tenía una sonrisa que ocupaba casi su cara entera.

No podía permitirme olvidar esa imagen, así que saqué el móvil rápidamente y capturé ese precioso momento. Después, me acerqué para despertarlos.

Eva: Hugo - susurré acariciándole la cara con Valeria en brazos.

Hugo: Eva? - preguntó desconcertado mientras abría lentamente los ojos.

Eva: he venido a por la niña, queda una hora para que salga el vuelo - informé y él se levantó rápidamente - vas a venir a casa? - pregunté al ver que hacía las maletas.

Hugo: sí - sonreí - quiero estar con Valeria, dormiré en el sofá.

Eva: duerme conmigo - pedí.

Hugo: Eva, que yo sea el padre no significa que te vaya a perdonar. Me mentiste durante dos años, no puedo confiar en ti si tienes tanta facilidad para mentirme.

Eva: pero lo hice por tu bien, estabas muy emocionado y no quería que pensases que eras menos por eso.

Hugo: no dudo que lo hicieses por mí, pero no quiero estar contigo - una apuñalada en el pecho habría dolido menos.

Eva: está bien. Pero duerme en nuestra cama, yo me iré a la habitación de la niña. - dije y salí de la habitación, pues si me hubiese quedado un segundo más no habría aguantado sin llorar.

Cambié a Valeria y a los pocos minutos, después de despedirnos de Sam y Flavio, montamos en un taxi rumbo al aeropuerto.

Llegamos en poco más de una hora y comimos, pasé toda la tarde evitando a Hugo. No podía estar en el mismo sitio que él sin llorar, lo cual era difícil teniendo en cuenta que vivíamos en la misma casa.

Sam: pero a ti te gusta? - preguntó al otro lado de la línea.

Eva: pues claro, llevo años enamorada de él.

Sam: pues díselo.

Eva: ya lo he hecho, no quiere estar conmigo.

Sam: pues vuelve a hacerlo. Déjaselo claro, repíteselo hasta que te diga que te quiere.

Eva: y si no lo hace?

Sam: lo hará, te ama y eso es así - dijo antes de colgar cuando tocaron a la puerta.

Hugo: hemos ido al McDonald's, quieres cenar? - preguntó.

Eva: claro - dije intentando sonreír.

Cenamos y poco después acostamos a Valeria, más tarde nos sentamos en el sofá mientras veíamos una película, o al menos eso intentábamos, pues yo sólo le daba vueltas al asunto.

Hugo: qué pasa? - preguntó cuando paré la peli para sincerarme. 

Eva: que te quiero y te lo voy a repetir hasta el día en que me muera.

Hugo: Eva...-le interrumpí.

Eva: no, déjame acabar. Quiero que estemos juntos, nos casemos, tengamos un perro y hasta darle un hermano a Valeria. No puedo vivir sin ti y sé que la he cagado muchísimo pero por favor, perdóname - dije y se levantó para sentarse más cerca mío.

Hugo: Eva...- volví a interrumpir.

Eva: ya sé que no quieres estar conmigo, lo único que hago es joderte la vida, pero te amo y eso no va a cambiar.

Hugo: no me has jodido la vida, me has dado lo más bonito que tengo y aunque no haya sido un camino de rosas, me parece un buen plan lo de casarnos y tener perro e hijos porque yo también te quiero - fue lo último que dijo antes de acercarse más a mí y que nos fundiéramos en un precioso beso.

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