Capítulo 2

1.1K 38 0
                                    

EVA

Pasé el resto de la tarde en el centro comercial comprando ropa, después de haber hablado con Samantha, no me parecía tan mala idea vivir en Córdoba. Volví a casa a la hora de cenar, mis padres me miraban raro, no sabía si era por la hora, por querer cenar con ellos o por no haberles hablado mal al llegar.

Eva: sabéis a quién me he encontrado? - pregunté sonriendo.

Madre: a quién? 

Eva: a Samantha - me miraron más raro - os acordáis del campamento de música en Madrid? - asintieron - pues ahí conocí a Sam, la chica rubia que era de aquí.

Padre: ah ya sé quién es.

Madre: que bien que conozcas a alguien.

Durante el resto de la cena no hablamos mucho más, después subí a mi habitación y ordené la ropa que había comprado y la que traje. Cuando terminé estaba muy cansada, me tumbé en la cama y mi móvil vibró,

(WhatsApp)

Sam: quieres venir mañana a comer a mi casa? Mis padre están de viaje.

Eva: claro, a las 2 estoy ahí.

Sam: vale.

Sam: *ubicación*

***********************************************************************************************

Cuando me desperté bajé a desayunar y vi que estaba sola, así que llamé a mi madre.    

Eva: dónde estáis? - pregunté cuando me lo cogió.

Madre: hemos ido a dar una vuelta, volveremos a la hora de la comida.

Eva: vale, yo voy a ir a comer a casa de Sam.

Madre: vale hija, adiós.

Eva: chao.

Aproveché que mis padres no estaban para coger el altavoz y poner una playlist movidita, hice unas tortitas con chocolate. Como no tenía nada que hacer me puse a ver una película.               

Me empecé preparar a las 12, me duché y luego me vestí, me puse unos vaqueros largos con algunos rotos y un top blanco, más tarde me planché el pelo. Cogí las llaves de casa y el móvil y me puse rumbo a la casa de Samantha.           

No me fue muy complicado llegar, con la ayuda del Google Maps y mi sentido de la orientación tardé menos de media hora. Por fuera, su casa era muy parecida a la mía, era grande y tenía un gran jardín, seguramente con piscina.

De repente empecé a sentirme muy nerviosa, decidí no demorarme más y tocar el timbre, pero antes de hacerlo, la puerta se abrió y apareció un chico rubio.

Eva: perdón, creo que me he equivocado.

Rubio: eres la amiga de Sam? - asentí - entonces no te has equivocado. Pasa.

Entré a la misma vez que él se fue y poco después Sam apareció bajando por las escaleras.

Sam: Evaa - vino a saludarme.

Eva: hola tía, oye, se acaba de ir un chico.

Sam: ah sí, mi hermano Hugo. Te ha hablado mal?

Eva: no, ha sido amable.

Sam: ah, pues qué raro.

Seguimos hablando un rato y luego comimos, Sam había hecho tortilla, estaba muy rica. Luego empezamos a ponernos al día.

INSEPARABLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora