Capítulo 7

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EVA

Mari: tienes razón, pero ella decide con quién juntarse. Además, no tienes que preocuparte, ahora estamos en Córdoba y Sam parece buena chica.

Juanjo: sí lo parece sí. Pero sigue sin parecerme normal. Llevábamos dos semanas sin saber nada de ella, y no es la primera vez que pasa. Sus "amigos" - dice haciendo comillas en esa palabra - no son buena influencia y creo que no deberíamos volver a traerla a Galicia, o al menos no dejarla salir.

Mari: eso tampoco es, es su vida, ella decide con quién sale y qué hace.

Juanjo: me niego. Acaso no has visto cómo ha venido esta mañana?

Mari: sí, pero...

Juanjo: pero nada. Olía tanto a alcohol que hasta costaba respirar, además, está claro que no ha dormido, o al menos no más de dos horas. Eso no es sano, y si no es capaz de verlo, se lo enseñaremos nosotros. Por lo pronto se va a quedar en Córdoba la próxima vez que nos vayamos.

Mari: vale Juanjo, calla ya que la vas a despertar.

Eva: tranquila mamá, ya estoy despierta. - digo y los dos se quedan con cara de póker.

Mari: has dormido bien?

Eva: venga ya, no seáis cínicos.

Juanjo: Eva, no malinterpretes nuestras palabras, sólo queremos lo mejor para ti.

Eva: ajá. Por lo pronto - digo repitiendo la expresión de mi padre - cuando lleguemos a Córdoba me iré de casa.

Mari: venga hija, no digas tonterías.

Juanjo: déjala Mari, si se quiere ir que se vaya, pero que sepa que si se va no vuelve. Igual hasta nos hace un favor, un problema menos.

Eva: ah si? Pues decidido.

Mari: Eva no le hagas caso, ya lo hablaremos con más tranquilidad en casa - dice mi madre intentando arreglar el problema que ha creado su marido.

Unas horas después llegamos a casa, mi madre se alivia al ver que entro en ella y subo a mi habitación. En realidad, estoy cogiendo una maleta más grande para guardar todo lo que tengo que llevarme. Cojo una mochila y meto el portátil, el cargador, los auriculares y el móvil.

Salgo de mi habitación totalmente decidida y bajo las escaleras, en el salón están mis padres que me miran extrañados, como si no les hubiese avisado. 

Mari: dónde vas? 

Eva: me voy.

Juanjo: venga Eva, deja de hacer el tonto - eso es lo que más me molesta de él, puede decirte de todo pero luego hace como si nada hubiera pasado.

Hago caso omiso a mis padres que me piden que no me vaya, dejo mis llaves en la entrada y salgo sin ningún miramiento. 

No sé dónde ir, pero tengo que pasar la noche en algún sitio, así que lo primero que hago es buscar un hotel cercano barato y dejo mis cosas en la habitación. Luego recuerdo que debo comer y como en el hotel no hay servicio de comidas, voy a una tienda por la que he pasado antes.

Entro y compro algo básico para cenar, voy a pagar pero alguien se me adelanta.

X: cóbramelo a mí - dice al vendedor. Me giro y veo a Rafa. Salimos juntos de la tienda y voy a volver al hotel pero veo que sigue a mi lado.

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