INSEPARABLES

Capítulo 8

EVA

Rafa: no sabía que habías vuelto, Sam no nos ha dicho nada.

Eva: en teoría no iba a volver hasta dentro de dos semanas.

Rafa: pues qué bien que hayas vuelto, te echábamos de menos. - después del día de mierda que había tenido, escuchar decir aquello a Rafa me alegró un poco. 

Eva: yo a vosotros también. 

Más tarde me despedí de él y volví al hotel, miré el móvil y mi madre me había frito a llamadas. Intenté dormir un poco, pero cuando estaba a punto de conseguirlo una llamada entrante no me lo permitió, sin mirar quién era lo descolgué.

Eva: déjame en paz, ya te he dicho que no voy a volver - dije alzando la voz.

Sam: qué dices de volver? - mierda era Sam.

Eva: qué? - me hice la despistada y coló.

Sam: nada, me ha dicho Rafa que has vuelto - joder, no se podía estar callado.

Eva: sí, mis padres querían volver antes - digo sin dar muchos detalles.

Sam: eso es genial, hoy hay una fiesta en casa de uno del insti, nos ha invitado a todos. Vienes no?

Eva: no sé, no me apetece mucho ir de fiesta.

Sam: tú sin querer una fiesta? - preguntó extrañada, la verdad es que mi respuesta me había extrañado hasta a mí.

Eva: vale, iré -  acepté para no tener que contarle lo sucedido y así poder despejarme.

Estaba caminando hacia la fiesta ya que, Sam me había mandado la dirección. Al llegar la llamé y salió a saludarme, luego entramos juntas y fuimos con el grupo, después de saludar a todos me preparé la que iba a ser mi primera copa de la noche, aunque no la última ni de lejos.

Han pasado un par de horas desde que llegué y llevo como unas 5 o 6 copas, el alcohol me está afectando, pues no distingo a mis amigos. Voy al baño para intentar despejarme, pero como no lo consigo salgo a una pequeña terraza para tomar el aire.

X: qué haces aquí tan sola? - pregunta e intentó distinguir de quién se trata.

Eva: Hugo?

X: no soy Hugo, pero puedes llamarme como quieras. - mi cuerpo empieza a tensarse y quiero irme, pero sé que en cuanto me ponga de pie me caeré.

El chico se acerca más a mí e intenta besarme, yo me aparto pero él lo vuelve a intentar, lo siguiente que veo es al chaval tirado en el suelo recibiendo hostias de otro chico que parece Hugo.

Hugo: estás bien? - se acerca a mí después de pegar al chico.

Eva: sí - digo no muy convencida. Me ayuda a ponerme de pie y subimos al baño, una vez ahí rompo a llorar.

Hugo: ey venga, ya está - dice abrazándome. Yo sigo llorando, no por lo que acaba de pasar, sino por la situación con mis padres, los efectos del alcohol van disminuyendo y cada vez soy más consciente de que cuando esta fiesta acabe tendré que volver al hotel y estaré sola hasta a saber cuándo.