Capítulo 41

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EVA

Sam: no puede ser verdad - sollozaba Samantha.

Eva: le atropellaron - dije sentándome a su lado mientras acariciaba su espalda.

Valeria: tata, ya me he puesto el pijama - entró la niña en el salón y se acercó a nosotras - por qué lloráis? Y papá? 

Eva: ven conmigo mi vida - dije mientras la cogía en brazos y la llevaba a su habitación.

Mientras caminaba buscaba las fuerzas para decirle a una niña de dos años que su padre había muerto.

Eva: tú sabes que papá te quiere mucho, no?

Valeria: claro, siempre me da besitos y abrazos y me cuida - una lágrima resbaló por mi cara y la quité rápidamente.

Eva: pues resulta que papá se ha dormido.

Valeria: hay que despertarle, todavía no es hora de dormir y tiene que arroparme.

Eva: papá no se va a despertar, tiene que descansar.

Valeria: como el abuelo?

Eva: exacto.

Valeria: y dónde están? - la llevé hasta la ventana y señalé una estrella.

Eva: ves esa estrella? - asintió - pues está ahí, y desde ahí te va a ver siempre y te va a seguir queriendo.

Valeria: y no va a volver? - negué - jo, le voy a echar de menos.

Eva: y yo cariño, pero nos ha dejado una tarea importante.

Valeria: ah sí?

Eva: sí. Tenemos que cuidar de un bebé - informé señalando mi barriga - quieres hacerlo? - pregunté temiendo su respuesta.

Valeria: claro mamá, hay que hacer caso a papi.

Eva: te quiero muchísimo pequeña. Es hora de dormir, vale?

Valeria: yo también te quiero. Me lees un cuento?

Eva: claro mi vida.

Leí el cuento mientras intentaba no llorar, cuando terminé la arropé y cerré su puerta para volver al salón en el que se encontraba Samantha, todavía sin asimilar la noticia.

Eva: lo superaremos - dije segura sentándome a su lado - él sabía que lo haríamos y nunca se equivocaba.

Me desperté a la mañana siguiente en el sofá, pues nos habíamos dormido ahí. Busqué a Hugo por toda la casa hasta que recordé que ya no estaba y fui a despertar a Valeria.

Mientras ella desayunaba dejé que Samantha siguiese descansando puesto que había pasado toda la noche llorando. Entre tanto llamé a la madre de Hugo.

*LLAMADA*

Ana: Eva cariño, qué tal? Me dijo Hugo que iba a darte una sorpresa por tu cumpleaños - fue escuchar su nombre y empezar a llorar - ha pasado algo?

Eva: Ana - dije intentando encontrar las palabras - ayer atropellaron a Hugo, ha muerto - dije sin anestesia, no quería alargar más el momento.

Ana: cómo? No es posible - sollozó.

Eva: lo siento muchísimo Ana.

Ana: no puede ser, mi niño.

Eva: esta misma tarde voy a ir a Córdoba, él quería que le enterrásemos al lado de su padre.

Ana: Eva, cómo está Valeria? Lo sabe?

Eva: sí, le dije que estaba con su abuelo descansando.

Ana: y Samantha?

Eva: estaba cuidando de ella cuando llegué. Ha pasado toda la noche llorando y ahora está dormida. Cuando despierte nos iremos.

Ana: muchas gracias Eva, por todo.

Eva: no me las des, esta noche nos vemos Ana.

*FIN DE LA LLAMADA*

Volví al salón y Samantha ya se había despertado y estaba hablando con Flavio por teléfono.

Eva: cómo estás? - pregunté cuando colgó.

Sam: mejor creo, y él bebé? - la miré confundida, pues no le había contado nada todavía - anoche te escuché vomitar.

Eva: tengo un poco de náuseas, pero no pasa nada. He hablado con tu madre - dije cambiando drásticamente de tema - Hugo quería que lo enterrásemos con tu padre, me voy en unas horas a Córdoba.

Sam: me voy contigo, le pido a Flavio que me traiga mis cosas y nos vamos.

Pasamos el resto de la mañana jugando con Valeria para distraernos hasta que llegó Flavio a la hora de comer, dio sus cosas a Sam y nos fuimos a Córdoba, donde al día siguiente tuvo lugar el funeral de Hugo.

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