Extra 3: La verdadera Grace.

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| Dedicación: Amayra_2 |

Extra 3: La verdadera Grace.

¿GRACE HUDSONNE?

Odiaba como nunca el clima de Lordem. Odiaba como nunca este estúpido pueblito. Odiaba como nunca la ramera con la que tenía que simpatizar.

Pero lo que sin duda más odiaba, era tener que fingir ser la boba Grace Hudsonne por el hecho de que me parecía con cojones a la rubia.

Se dice por ahí que una persona tiene siete más igual a el/ella alrededor del mundo. Y para la suerte de Trevor, Grace y yo parecíamos gemelas idénticas. Lo único que podía diferenciarnos es que ella era una florcita silvestre que no le haría daño a nadie, y que se enamoraba a lo puta. En su cautiverio no dejaba de preguntar por el bienestar del tal Will.

Babosa ilusa. ¿Quién acaso no se había dado cuenta que el Will ese babeaba y besaba el piso por donde la ramera de Phoenix pasaba? ja.

Todos lo hacían. No sabía que cojones era lo que le veían a la ramerita. Si era muy normal, no tenía nada llamativo. Había que aceptar que estaba buena y que su cara no era fea. Pero no era nada extravagante, nada que hiciera que las personas se volteasen solo para mirarla como todos hacían.

—Si esto sale mal, te corto la cabeza, Karla.—Trevor me señaló, con esos dedos y candentes largos que poseía.

Ese hombre....joder.... Trevor colt era el sueño húmedo de toda mujer que respiraba.

Pero, el muy condenado, estaba enamorado hasta las trancas de la que ya había bautizado como la ramerita.

¿Qué cojones tiene ella que no tengan las demás? ¿Qué cojones tiene ella que no tenga yo?

—No sé por que lo haces, Colt. Puedes tener a la mujer que quieras.—Dije, mientras que pasaba los dedos disimuladamente por mi escote, dándole a ver un poco de mis pechos.

Sin embargo, Trevor ni siquiera me estaba mirando. ¡Él muy maldito estaba como en el limbo! seguro pensando en la otra esa.

—Sí, eso es cierto.—Aceptó.—Pero yo la quiero a ella. Solo a ella.—Gruñó, a la vez que daba un golpe con el puño cerrado contra la mesa de madera.

Ese hombre definitivamente tenía problemas de control de ira.

Y me encantaba.

—A ti solo te gusta lo difícil.—Declaré, demasiado confianzuda.

Trevor esta vez si me observó, y no tuvo reparos para soltar la carcajada enfermiza que llenó las paredes de la habitación.

—Yo ya la he tenido, Karla.—Me susurró, sus ojos verdes muy cerca de mi rostro, sus gestos bestiales.—La he tenido y ella no se hacía la difícil conmigo como tanto piensas. Y la quise de esa manera, joder. Así que no me vengas con esa mierda de que me gusta lo difícil, a mi me gusta ella y punto. Ahora lárgate y haz tu puto trabajo.

—Imbécil.—Susurré.

—Quiero que me digas cada puta cosa que hablen, cada puta cosa que puedas escuchar. Todo lo que hagan. ¿Me escuchas bien?—Agarró parte de mi mandíbula y mis mejillas con sus manos, apretándolas entre si.

Con mucha fuerza.

» ¿Que si me escuchas?—Ladró, presionando con más fuerza. Grité por dolor.

—¡Si! ¡Lo que digas!

—Muy bien, Karla.—Me soltó, como si estuviera irritado y hastiado de mi.—Y mucho cuidado con fallar. No quieres saber que tan bueno soy torturando.

Y se fue.

Díganme loca masoquista...pero ese hombre cada día me gustaba más y sus movimientos bruscos hacia mi me encendían como nadie.

Él iba a ser mío.

Solo mío.

*.*.*

Minicorti. Solo quería que supieran uno mas de los tantos secretos de esta bilogía.

¿Cómo están bebes? (;

¿Opiniones? ¿Deseos?

B, Yil.

Riox. © ✔️ [DL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora