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| Dedicación: awitadelibros |

Capítulo cuarenta y tres: Lío.

Ellos saben delinear las grietas de sus corazones para que parezcan sonrisas genuinas.

✞

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ABEL RIOX.

Había entrado a su habitación, reconocí su característico olor a miel y canela, tan dulce; estaba impregnado en cada pequeño centímetro dentro de las cuatro paredes, sus cosas estaban ahí, su lámpara estaba encendida, la puerta del armario yacía media abierta y los recortes y libros de su materia estaban esparcidos en su escritorio, pero ella...ella no estaba ahí.

No la había encontrado, y si de algo estaba seguro es que yo siempre lo encontraba todo. Había recorrido los pasillos, no la había visto, no la había escuchado, no nada sobre ella.

Después de que había ido a trompicones a avisarle a los chicos que ella ya no estaba aquí, todos se habían puesto como locos.

Y eso explicaba lo que estábamos haciendo ahora, recorriendo las calles de Lordem como estúpidos mientras preguntábamos si habían visto una morena preciosa, despampanante, y probablemente furiosa vagando por ahí.

—¿Cómo es que no me di cuenta que se había ido?—Ader se enfurruñó, su enojo se veía de a leguas y parecía que iba a entrar en crisis.

—Como es que YO no me di cuenta que se había ido.—Me recriminé a mi mismo. Vivía alardeando de que nunca se me escapaba un puto pelo y ahora la chica de la que estoy enamorado está "desaparecida".

—No entiendo qué pasó. ¿Qué le hicieron?—Will sonaba en camino a furioso cuando nos preguntó aquello.

Fruncí el ceño al instante.

—Will, no me toques los putos cojones.—Aleph se encabronó, mirando al castaño con ira.—No sé que jodidos tienes en la cabeza con Phoenix pero no me está gustando ni una mierda, ¿es que acaso te gusta?

—¿Qué putas dices?—Ader frunció el ceño, se cruzó de brazos y se acercó un poco más. Estábamos los seis en medio de la calle, preguntándole a todas las personas por ella, aunque el hermano menor de Will se quedaba al margen.

No sabía si Ader venía en defensa de nuestro hermano o de su mejor amigo, pero de que venía enojado, venía.

—¿No te has dado puta cuenta de como tu mejor amigo mira a nuestra chica, eh? Se la come con los cojoneros ojos.

Riox. © ✔️ [DL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora