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| Dedicación: mikaelsonpriscila |

Como pudieron observar/leer las narraciones dan lugar con cada personaje desde que Will grita que solo hay cinco incautos, no se me confundan bebés. <3

Les recuerdo que tengo otras historias y proyectos en proceso, y que estaría muy feliz de que le dieran una oportunidad. <3

Tambien tengo redes sociales, ha, pueden seguirme las dejaré al final del capitulo. <3

Ya disfruten. <3

Capítulo cuarenta: La caza. [Parte dos].

Con tanto oscuridad en el alma, que el cielo y las estrellas las reclaman.

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ADER RIOX.

—Solo hay cinco incautos. Uno de nosotros se quedará sin nada. A correr Riox.—Solté una risa entre dientes cuando mi mejor amigo soltó aquellas palabras con atropello y un segundo después, ya estaba corriendo bosque dentro como si su vida dependiese de ello.

Si había alguien a quien yo conocía mas que a la palma de mi propia mano, era a Will. Por lo que estaba completamente consciente de lo herido y decepcionado que se encontraba, y de lo bueno que era fingiendo que todo estaba completamente bien con esa sonrisa burlona que, personalmente, le quedaba muy mal.

El podía engañar a todos, menos a mi.

Nunca a mi.

Sin embargo, me dije que después habría tiempo para sacar aquella espina puntiaguda y dolorosa que iba directamente en contra de la mente y el corazón de Will, y que lamentablemente mi mejor amigo le esperaba con los brazos abiertos y la cabeza gacha.

Y aunque la familia siempre estaba primero, necesitaba descargarme. Sentía que en cualquier momento rebosaría. Sentía que el impulso, los deseos y pensamientos de matar saldrían a flote en cualquier momento si no los controlaba, si no me controlaba. Y cada vez se estaba haciendo más difícil mantenerme a raya.

Corría, corría como nunca. Porque no estaba pensando en la cantidad de ramas que rasgaban la piel desnuda de mis brazos, no pensaba en el ardor fugaz y puntiagudo de aquellos rasguños, no pensaba en el frío que calaba y erizaba cada vello de mi piel visible a la luz de la luna y muchos menos pensaba en quien estaba en el bosque conmigo, con la pequeña pero a la vez inmensa excepción de ella.

Mi Phoenix. Mía...de nosotros.

Aún no me acostumbraba por completo a la idea de que tenía que compartirla. Pero entendía que si la quería, aunque sea una cuarta parte de ella, tenía que hacerlo.

Me detuve sin previo aviso cuando me di cuenta de que corría, si, pero no estaba atento a lo que estaba a mi alrededor. No estaba atento al juego, porque la tenía a ella ocupando cada rincón de mi mente y alma.

Riox. © ✔️ [DL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora