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| Dedicación: ruelxcheetos |

Capítulo cuarenta y cinco: Cabeza por cabeza.

Seduce, luego destruye. Y nada es tan sincero como sus impulsos.

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Silencio, silencio, silencio.

Nadie se atrevió a siquiera abrir la boca después de que Liam por fin cerró el hocico. Volteé con una lentitud tortuosa hacia mi hermano Jax. Sus labios estaban apretados y su mirada asesina marcada como un león en su presa, ojos que lanzaban dagas a Liam Giordano.

Jax sintió mi mirada, sus labios se destensaron y ladeó su rostro hacia mi dirección. La culpa estaba marcada en sus duras facciones.—Phoenix....—empezó, pero alcé una mano al segundo para detenerlo.

—Solo dime una cosa. ¿Lo sabías?—Mi voz fue brusca, no titubeé ni un segundo y una pequeña parte de mi se sintió orgullosa por aquello.

—Antes de que mamá muriera...—Susurró. Al instante pude sentir las miradas de los chicos puestos en mi, no tenían ni idea de que estaba casi huérfana si contábamos la enfermedad de papá.—Hay muchas cosas que aún no sabes, Phoenix. Pero te las diré todas, justo ahora.—Aclaró su garganta y observó mi rostro sin remedio, no había rastro de sorpresa al ver como no reflejaba mis emociones en mi semblante. Estaba como un puto tempano de hielo, sabiendo que por dentro me desmoronaba con tal rapidez que ni siquiera sentía los latidos de mi propio corazón.—Luego de la pelea que tuvimos...—Podía recordarlo como si fuera ayer. Cuatro personas alrededor de una mesa tomando cuatro bandos diferentes, cada quien tenía su propia decisión y eran tan diferentes como jodidas.—Sabes que intentar controlar a mamá y a papá es como tratar de beberse el mar de un trago, totalmente imposible. Mamá estaba enojada contigo, Phoenix, muchísimo, dos días después de que te fuiste de la casa desapareció, de la nada. Papá y yo nos aconjonamos e incluso intentamos contactarte de alguna manera. Papá se estaba volviendo completamente loco, no pensaba con claridad, mamá era la cabeza fría y sin ella todo estaba jodiendose lentamente.

Fruncí el ceño, todo esto me estaba poniendo los pelos de punta. ¿Mamá había estado desaparecida?

—Había venido aquí a Inglaterra, Phoenix.—Prosiguió, su tono de voz siendo cuidadoso, como si creyera que explotaría en algún momento.—Había venido a ver al padre de estos imbéciles.—Señaló a Liam y Will, este último estuvo a punto de levantarse con el ceño fruncido dispuesto a dar la cara por su familia de no ser porque Ader lo detuvo con una mano en su pecho y luego le susurró algo que lo dejó tranquilo.—Sin embargo, cuando estábamos a punto de armar Troya contra los Petrollini, ya que pensábamos que ellos la tenían, recibimos un puto paquete.

Riox. © ✔️ [DL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora