Epílogo.
| Dedicación: Summer_rdg |
Phoenix creyó que nunca en su vida volvería a ver esa persona.
Trevor creyó que su pequeña asesina no habría cambiado nada. Se equivocó.
Para ellos dos, fue como si el mundo se hubiera detenido. Dándole único movimiento al contrario, Trevor veía con adoración en lo que se había convertido su pequeña, y Phoenix observaba como todos sus demonios se juntaban en una sola habitación para regresarla a aquel lugar, ese horripilante lugar que no quería volver a pisar.
Ni siquiera el tiempo estaba a favor de los Riox, sus cuerpos medio drogados no aguantarían otro enfrentamiento y los hombres de Jax eran muchos menos que el sinnúmero de hombres armados que Trevor tenía a su espalda.
Jax, Aleph, Will y Ader no tenían ni una décima de idea de que demonios estaba sucediendo. Pero Abel juntó puntos y líneas con rapidez en su cabecita asombrosa; ese era el tal Trevor y el menor de los Riox no sabía como diablos estaba tan seguro de eso, simplemente lo sintió de esa manera.
El cuerpo de Abel se movió solo, como si estuviera...
...siguiendo sus impulsos sin pensarlos por primera vez en su vida, mientras tomaba a Phoenix por la cintura y la colocaba suavemente tras su espalda.
A Trevor no le gustó nada lo que vio.
Esa sombra de una sonrisa que traía se transformó en una mueca, y cuando sus hombres estuvieron a punto de atacar, este simplemente levantó una mano y el gentío le obedeció sin chistar y sin poner ni un pero a su señal.
—Veo que han cuidado...bastante bien de mi pequeña asesina.—Dice, con su tono de voz varonil y marcado.
Phoenix no pudo evitar pensar que estaba exactamente como lo había recordado; con ese cabello castaño clarito y sus ojos esmeraldas vivaces, siempre luciendo tan formal como estaba en esos momentos; con un pantalón de vestir de color caqui y una camisa blanca remangada a sus codos. Trevor era sin duda un hombre bastante guapo, no cabía duda alguna.
Más no poseía esa belleza arrebatadora y alucinante de los Riox. No poseía de lo que gozaban los Riox para lucir enigmáticos, inalcanzables, tan ellos.
Pero tampoco estaba muy lejos de tenerlo.
»Les agradezco eso.—Dijo, mientras esbozaba una sonrisa de boca cerrada honesta. Si algo no hacía Trevor, aquello era mentir. Por eso Phoenix supo que Trevor agradecía realmente a los Riox por cuidarle.
—¿Qué...?—Aleph ni siquiera pudo terminar de hablar, Abel le había dirigido tal mirada que el ojigris acudió al silencio sin siquiera pestañear.
—No.—Pronunció con simpleza Abel. Ya sabía lo que Trevor quería y por sus huevos que no lo conseguiría.
Ader observó con una ceja alzada al tal Trevor, uniendo puntos igualmente pero de una manera mucho más lenta que Abel.
Trevor ladeó su cabeza antes de hacer su pequeña sonrisa más grande. Levantó dos de sus dedos y señaló con simpleza a la dirección en donde estaban todos. Sus hombre no se hicieron esperar y atisbaron a querer aprisionarlos a cada uno por separado.
Muy mala idea.
Los hermanos a pesar de estar heridos se defendieron con uñas y dientes, no se dejaron amedrentar y mostraron que no eran unas mierdas cuando de la guerra se trataba. Mataron a varios. Pero estaban jodidos, drogados y cansados.
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Riox. © ✔️ [DL #1]
Mistério / SuspenseUna chica nueva. Un asesinato. Cuatro chicos, un misterio. «El diablo se ha dividido, creando cuatro infiernos por separado. ¿Puedes con esto? ¿Puedes con ellos?» No intentes desafiarlos, no los mires a los ojos, no los toques, no los nombres. Los...