| Dedicación: al_pinoargote |
Extra 4: Los Riox antes de Phoenix.
ABEL RIOX.
Apreté los ojos y di un puñetazo contenido contra mi escritorio. Nuestra casa podía ser bastante grande, pero era antigua y las paredes eran bastante delgadas. Por lo que los gemidos y los sondeos de la cama contra la pared de la habitación de Aleph se escuchaban perfectamente en la mía.
Se acercaban los exámenes finales y aunque sabía que iba a pasarlos con facilidad, nunca estaba de más estudiar un poco.
Sin embargo, ni en mi casa podía concentrarme correctamente.
Eché de un empujón la silla giratoria en la que estaba sentado y sin un ápice de delicadeza me dirigí a la puerta cerrada de Aleph y empecé a aporrearla sin importarme si le dañaba el polvo y lo dejaba con las bolas azules.
El muy maldito debía dejar de traer a sus ligues a la casa. Sonaba mucho mejor la idea de que comprara un apartamento en el pueblo y se follara a las chicas allí. De esa manera tampoco tenía que escuchar como lloriqueaban cuando pedían y daban números telefónicos y mis hermanos negaban con sonrisitas odiosas y burlonas.
Entonces, cuando pensaba que la noche no podía empeorar de ninguna manera, por la escalera subía Ader con aquella sonrisa lobuna que solo decía que esta noche tendría acción, y no de la que tenía implícita el color rojo.
Y no me equivocaba, pues el muy maldito tenía dos rubias ojiazules en cada costado.
¡Joooodeeeerrr!
Me quería tirar al piso a patalear y a llorar de la frustración. Y no era mentira.
—Dios, ya llévame por favor.
Ader, muy enterado de mi situación, pasó por mi lado de largo y me revolvió el cabello como si no supiera que solo me llevaba un año Y QUE NO POR ELLO TENÍA QUE TRATARME COMO SI TUVIERA COJONEROS DIEZ.
—Tranquilo, Abel. Prometo ser calladito.—Fanfarroneó, a la vez que deslizaba una mano hasta apachurrar con ganas el culo de una de las rubias que lo acompañaba.
Solo una persona podría quitarme la sensación frustrada de encima.
Así que, iría a estudiar a casa de Vera sin importar que era casi medianoche.
Y quizás...solo quizás tendríamos un final un poco más...interesante.
[...]
Si la toqué. Si la besé. Si la saboreé.
Si le hice el amor a Vera Vorshé.
Estaba más que satisfecho. Pero había algo que no me terminaba de cuadrar. No sabía si era por la forma en que me besaba, o por la forma en que mis manos no se sentían agraciadas al tocar su piel, o por qué no sentía que estaba en el paraíso como tanto las personas decían que era el sexo con el amor de sus vidas.
Porque ella era el amor de mi vida, ¿verdad?
Estaba algo confundido, siempre había sido de escuchar mis instintos, analizarlos y luego seguirlos si me convenía. Pero también estaba el hecho de que la frustración y yo éramos uno solo últimamente. No había día alguno que mis hermanos no follaran y hicieran ruido hasta gastarse los pulmones, y tampoco había noche en que no jugaran en el bosque. Entiéndaseme entre líneas.
No me quejaba de la ultima aunque no siempre me les unía. Pero si nos traía bastante ajetreo, más a mi que a ellos, pues yo siempre les limpiaba su mierda.
Como en este justo momento.
Que recién llegaba de la mansión de los Vorshé.
Y me encontraba con el bonito cuento de que Ader había perdido el control mientras follaba y había asesinado a sangre fría a una de las rubias con las que follaba, el muy maldito la había matado ¡con un puto condón! ¡UN CONDÓN!
Y que no solo eso, joder.
También que la otra rubita estaba atada y desmayada en el cuarto negro. Y que la muchacha que estaba en el cuarto de Aleph no gritaba de esa manera porque es ruidosa, era porque no solo Aleph le estaba dando, Kerman también le ofrecía una ayudita de igual manera y eso probablemente la hacía alucinar. Esa misma muchacha, una morena de ojos saltones negros y cabello corto, salió de la habitación al escuchar los gritos alarmantes que salían de la habitación de Ader.
Al que solo se le ocurrió responder el rostro espantado de la muchacha con una sonrisita maniática. Ader era sin dudas un demonio sádico.
Por muy curiosita, fue la primera que entró y vió el desastre sangriento; paredes, sabanas, personas repletas del líquido carmesí. Gritó, se asustó, y según Aleph, dijo que no tuvo otra opción que dormirla con un toque en su clavícula.
Ahora teníamos un cadáver y dos muchachas a las que teníamos que inyectarle Klonopin en sobremanera para que olvidaran lo que había pasado en las últimas 24 horas de sus vidas pues aunque quisiéramos, eran inocentes y no podíamos jugar con ellas.
Bienvenidos a mi mundo, gente, soy el limpia mierdas de mis hermanos.
Abel Riox, un gusto.
*.*.*
Son extras re-cortitos para que sepan cositas que tal vez hagan una diferencia en PHOENIX. Solo falta uno más y podrán archivar la historia, osi osi.
¿Cómo están?
B, Yil.
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Riox. © ✔️ [DL #1]
Misteri / ThrillerUna chica nueva. Un asesinato. Cuatro chicos, un misterio. «El diablo se ha dividido, creando cuatro infiernos por separado. ¿Puedes con esto? ¿Puedes con ellos?» No intentes desafiarlos, no los mires a los ojos, no los toques, no los nombres. Los...