Habían pasado ya dos meses desde que Amelie estaba intentando conquistar el corazón de Tiare y ella ni siquiera le había aceptado una cita formal, solo habían caminado juntas en el receso en la universidad y comido en la misma mesa en el almuerzo.
—¡Tiare, por favor! —rogó Amelie.
Ambas estaban en un baño de chicas de la universidad.
—Debiste pensarlo antes de comprar flores que no me gustan.
Tiare salió como toda una diva del baño, dejando a Amelie molesta en el lugar.
Una chica salió de uno de los cubículos y se acercó a un lavamanos.
—Parece que Tiare tiene su nuevo juguete —comentó la chica.
Amelie levantó la vista y la miró confundida.
—¿De qué hablas? —preguntó Amelie.
—Tiare siempre ha sido así. Le gusta que la conquisten y rechazar a los demás como si fuera un deporte —explicó—. Si realmente quieres que Tiare te preste atención, tienes que jugar con su ego.
La chica se secó las manos con unas toallas de papel y se fue, dejando a Amelie con una gran idea. Tomó su celular y le envió a Jade un mensaje.
En la tarde, Jade entró a la universidad de Amelie y comenzó a buscarla. Amelie, al verla, corrió hacia ella.
—Ven —le dijo tomándola de la mano—. ¿Crees que esto le moleste a Domi?
—¿Por qué le molestaría?
—Bueno... ustedes...
—Él y yo no tenemos nada —aclaró Jade.
—Como tú digas.
Amelie se detuvo y puso a Jade contra una pared.
—Bien, ahora hablaremos de cualquier cosa, pero quiero que seas coqueta.
—Coqueta —repitió Jade—. Entendido.
Jade le comenzó a hablar a Amelie de lo que había hecho ese día y Amelie respondía cosas simples mientras la miraba con una sonrisa. Jade le dio un empujón juguetón a Amelie y luego ella tomó un mechón de su pelo y lo metió detrás de su oreja.
Tiare estaba conversando con un grupo de amigos, pero notó la presencia de Jade y Amelie de inmediato. Aguantó lo más que pudo, pero no tardó en rendirse y caminar hacia ambas chicas.
Tiare tomó a Amelie de las mejillas bruscamente y le dio un beso.
Jade sonrió victoriosa, había logrado parecer homosexual. No era tan mala actuando después de todo. Lucy hubiera estado orgullosa.
Cuando Tiare soltó a Amelie, miró a Jade.
—¿Tú eres?
—Soy amiga de Amelie y soy cien por ciento hetero.
Tiare la miró confundida y entonces sintió la risa de Amelie.
—Oh, mi dulce y crédula Tiare. Me gustas tanto.
—Te espero más allá —le dijo Jade a su amiga cuando supo que la conversación seria incomoda.
Una vez que Jade se alejó, Tiare miró a Amelie con bastante molestia.
—¿Era una broma?
—Así que yo no te importo, ¿no?
—Cállate.
—Vamos Tiare, llevó dos meses de mi vida intentando que simplemente aceptes salir conmigo. No te estoy pidiendo matrimonio ni na...
Tiare la calló con otro beso.
ESTÁS LEYENDO
La Casa de los Universitarios Locos
HumorJade, una estudiante de enfermería, necesita encontrar un lugar para vivir después de que su familia deba irse de la ciudad en donde ella estudia. Gracias a una prima conoce a Eliza, otra universitaria que tiene una casa que comparte con seis chicos...