Capítulo 17: Confusiones

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Dominic abrió la puerta, cansado y con unas feas ojeras, para encontrarse a Ackerley parado afuera con una mirada más seria de lo común. Aun cuando Ackerley parecía estar rozando el enojo, Dominic no le dio mucha importancia, ya que estaba demasiado agotado para eso.

—¿Qué pasa, amigo?

—Tenemos que hablar.

Dominic se hizo a un lado y Ackerley pasó para sentarse en la cama. Dominic cerró la puerta y se sentó en la silla del escritorio.

—¿Qué quieres hablar?

—¿Te gusta alguien que vive acá?

Dominic se congeló. ¿Cómo Ackerley había descubierto que se moría de ganas de acostarse con Jade? Aunque la pregunta no era exactamente esa, suponía que lo había preguntado así para sonar menos descarado.

—¡No se lo digas a nadie, por favor! —pidió Dominic, juntado sus manos para rogarle.

¿Qué significaba eso? ¿Cómo sabía Dominic de quién hablaba? Eso no importaba, lo que importaba era que a él parecía que también le gustaba Penny. ¿Dónde quedo ese "Penny es como mi hermana bebé"?

Ackerley se paró de la cama y le dio una mirada con un poco de molestia.

—Tengo un problema.

—¿Qué cosa?

—A mí también me gusta ella.

Dominic lo miró espantado. ¿A Ackerley le gustaba Jade? Pero si el parecía detestarla o al menos no quererla. Dominic se sentía más sucio que antes, tenía pensamientos impuros con la chica que le gustaba a su amigo, el cual era casi un hermano.

—Lo siento, amigo —se disculpó Dominic—, pero no te preocupes, no intentaré nada con Jade.

Ackerley lo miró confundido.

—¿Jade?... Yo hablaba de Penny.

—Espera un momento... —Dominic lo miró asombrado—. ¿Te gusta Penny?

—¿A ti Jade?

Ambos se quedaron en silencio mirándose incómodos. Habían malentendido todo.

—No diré nada —le aseguró Dominic.

—Yo tampoco. Esta conversación nunca pasó.

Ackerley se acercó a la puerta y salió lo más rápido posible.

«Soy un imbécil», pensó Ackerley.

En el fondo, se sentía aliviado de que Dominic no sintiera nada con Penny. ¿Cómo se le había ocurrido? Dominic siempre había visto a todas, menos a Eliza, como hermanas menores a las que debía proteger, estaba seguro de que ni siquiera se imaginaba besando a una.

¿Por qué a Penny le gustaba Dominic? ¿Por qué era lindo con ella? ¿Por qué le compraba helado? ¿Por qué él correría para ayudarla en cualquier situación? Ackerley también podía hacer eso. Él podía correr por Penny, podía ser lindo con ella, podía comprarle helado..., pero le daba vergüenza.

Ackerley fue a su cuarto, se tiró en la cama y suspiró. ¿En qué momento habían comenzado esos sentimientos por Penny?

[...]

Lucy estaba en una práctica. Javier la estaba mirando desde los asientos del público en el auditorio en que representarían la obra... bueno, su atención no estaba exactamente puesta en Lucy.

El chico en que Javier había puesto su mirada se llamaba Chad. El papel que Chad interpretaba en la obra era el del mejor amigo y confidente de Romeo, llamado Mercucio.

La Casa de los Universitarios LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora