Capítulo 16: El amigo

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Al despertar en el mañana, Ackerley sintió como alguien lo abrazaba por atrás... su hermana siempre hacía lo mismo. Sin pensarlo mucho, la empujó y la tiró al suelo.

Amelie se quejó al caer.

-¿No podías solo remecerme un poco?

-No.

Ackerley se levantó de la cama y fue por sus toallas, quería bañarse antes de que comenzara la guerra matutina por los baños.

Amelie se paró frotando su trasero y fue a su cuarto, no sin antes darle un beso en la frente a su hermano y decirle "te quiero". Cuando entró, tomó su celular y fue al baño más cercano, para comenzar a vaciar su vejiga mientras revisaba Instagram. Abrió los ojos y se acercó a la pantalla al ver algo que la sorprendió.

Podía jurar que lo que salía en sus recomendaciones para seguir era el perfil de Instagram de la chica que se había vuelto su amor imposible. La cuenta era privada, pero eso no era ningún impedimento para Amelie.

Después de salir del baño, Amelie se dedicó a recordar cómo lograr seguir una cuenta privada en Instagram sin que la tuvieran que aceptar y lo logró, con un poco de tiempo y esfuerzo.

-Tiare...

Ese era el nombre de su amada.

Las fotos que tenía Tiare en su perfil comenzaron a provocar distintas cosas en Amelie. Había una foto en ropa interior que la hizo sentir un cosquilleo en la entrepierna.

-Maldita perra suertuda -dijo al ver una foto de Tiare con su novia.

La novia también era sexy, era rubia de ojos verdes, mientras Tiare era morena y con ojos pardos. A Amelie no le gustaban mucho las rubias o con el cabello castaño muy claro como lo tenía ella... prefería las chicas morenas o de cabello oscuro.

Amelie estaba a punto de meter una de sus manos dentro de su pantalón cuando Lucy abrió su puerta de golpe.

Amelie saltó en el asiento de su escritorio y Lucy la miró asqueada.

-No me digas que interrumpí algo... -pidió.

-No, no...

-Conozco esa expresión, ¿te ibas a masturbar a las doce del día?

Amelie titubeó un momento, pensando en que podía responder para defenderse.

-¡No hay horario para masturbarse!

-No, pero ya vamos a desayunar... Eliza me dijo que te dijera que los baños ya están desocupados para que te bañes.

-Ya voy.

Amelie bloqueó su celular y Lucy salió del cuarto fingiendo un escalofrió.

[...]

Eliza estaba sentada en la cocina mientras Javier cocinaba. Estaba notoriamente deprimida y no tenía muchas ganas de comer en realidad.

La última vez que había sufrido una decepción amorosa había sido en su último año de preparatoria, pero esa vez no había estado ni cerca de doler como la decepción que le había causado Larry con su infidelidad y no solo eso, si no con el nunca habérsela tomado en serio.

Esa era la primera vez que le habían sido infiel y Eliza estaba segura de que le dejaría una huella bastante grande porque en ese momento sentía que jamás podría volver a confiarle su corazón a alguien.

-¿Quieres que te haga algo dulce? -le preguntó Javier.

-No, no te preocupes.

Javier no quiso insistir, no quería molestar a Eliza, pero realmente le dolía verla tan decaída. Era como si su amiga estuviera en otro planeta perdida.

La Casa de los Universitarios LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora