Amelie llevaba toda la noche afuera del cuarto de su hermano.
¿Ella hubiera deseado no tener hermano? Claro que no, eso había sido una vil mentira. Ella amaba a Ackerley como no amaba a nadie de su familia, él siempre había estado a su lado y jamás había hecho algo para decepcionarla. Era un chico extraño, sí, lo era, pero ella lo amaba así.
Ackerley era el mejor hermano que una chica hubiera podido tener y ella lo sabía, pero se había dejado llevar por la ira y las palabras habían salido de su boca sin siquiera procesarlas antes.
—Ack, por favor. Te dije que no siento eso de verdad.
Las lágrimas habían dejado de salir de los ojos de Amelie solo porque ya no podía llorar más, pero seguía igual de triste y molesta consigo misma.
—Hermanito, por favor.
Dominic salió de su cuarto fregándose los ojos y dando un bostezo.
—¿Cuánto llevas ahí?
—Desde que me viste sentarme aquí.
—Ame... no lograras sacarlo de ahí. Si quieres puedo hablar con él, pero no te prometo nada.
Eso hizo que Amelie comenzara a llorar de nuevo.
—Siempre arruino todo lo que él tiene.
Amelie había caído en cuenta que ella era un estorbo para su hermano. Jamás se separaba de él cuando eran niños, ni en la escuela, ella lo hacía vestirse de los cosplays que quería y ahora interrumpía su relación con Penny. Ella era como una goma de mascar y Ackerley un zapato que la había pisado y ya no la podía separar de si.
—No digas eso, Ame —Dominic se puso en cuclillas frente a ella—. Velo de esta manera, ¿quién más que tú ha hecho llorar al infalible e insensible Ackerley?
—¿Se supone que eso me debería hacer sentir bien?
—Te ama. Si alguien que no le importa le hubiera dicho algo como eso, no le hubiera causado nada.
Amelie comenzó a llorar más fuerte.
—O sea que me ama y yo solo lo lastimo.
Dominic ya no sabía que decir. Era listo, pero en ese momento estaba medio adormilado y apenas podía pensar.
—Bueno...
«Piensa Dominic, ¡piensa!», se presionó.
—Porque te ama, te perdonará.
En ese momento, la puerta de Ackerley se abrió y Amelie cayó hacia atrás, golpeándose la cabeza contra el suelo. Ackerley se agachó inmediatamente para pararla y sobar la zona del golpe.
—Dominic tiene razón, tonta.
Amelie se volteó y abrazó a su hermano, con los ojos llenándose de lágrimas nuevamente.
—Lo siento, de verdad.
—Ya lo sé. Yo también reaccioné mal, yo te hice enojar —se disculpó Ackerley.
—Penny también debe querer matarme.
Dominic rio.
—Estás hablando de Penny, no Lucy —la tranquilizó.
—Ya son las seis de la mañana, tienes que dormir —le dijo Ackerley.
Amelie asintió y estaba a punto de salir del cuarto de su hermano cuando Ackerley la jaló de vuelta.
—No dije que te tenías que ir a tu cuarto.
Amelie lo abrazó y él comenzó a acariciarle el cabello.
ESTÁS LEYENDO
La Casa de los Universitarios Locos
HumorJade, una estudiante de enfermería, necesita encontrar un lugar para vivir después de que su familia deba irse de la ciudad en donde ella estudia. Gracias a una prima conoce a Eliza, otra universitaria que tiene una casa que comparte con seis chicos...