Javier estaba acompañando a Lucy a una audición para una obra. Lucy quería el estelar, pero no estaba segura de sí lo conseguiría, en especial porque su estatura no era la mejor opción para el papel.
Javier y Lucy estaban en la sala de espera del lugar donde eran las audiciones y Lucy iba después de la chica que había entrado unos minutos atrás.
—Deja de mover la pierna —le dijo Javier.—No puedo... quizás ni si quiera me dejen hablar.
—Oye, tu estatura no determina nada.
—¿Qué tal si no quieren que el protagonista se agache demasiado?
—Lo nervios te vuelven algo idiota.
Lucy sabía que estaba diciendo tonterías, pero ver a todas esas lindas chicas de más de un metro sesenta en la misma situación que ella, la hacían sentir intimidada.
De pronto, un chico bastante guapo apareció en la sala y los ojos de Javier brillaron. Lucy lo notó y no pudo evitar dar una sonrisa traviesa.
—Parece tu activo soñado —susurró Lucy.
Javier rio nervioso.
—No seas tonta... ¿Qué papel crees que quiera?
Lucy comenzó a pensar en los papeles masculinos además del protagonista, el que ya había sido elegido.
—No lo sé, hay varios papeles más... y aunque te los dijera, no entenderías.
—¿Crees que lo consiga?
—No sé ver el futuro, Javi —Lucy rodó los ojos con una risa—. No puedo saber si actúa bien solo por cómo luce... si actúa tan bien como se ve, entonces lo conseguirá.
Javier se puso a rezar que para que el talento del chico fuera tan maravilloso como su cara y cuerpo.
—¿Crees que sea gay?
Otra pregunta que Lucy no podía responder.
—¿Qué voy a saber yo? No tengo un gay-radar.
—Yo tampoco.
—Pero si tú... —Lucy suspiró—. Da igual.
De pronto, una mujer se asomó por la puerta de la sala donde eran las audiciones.
—¿Lucy Stuart?
Lucy se paró de golpe y dio un gran respiro.
—Suerte —le deseó Javier.
[...]
Ya era la hora de salida de Jade, pero antes, tenía que hacer algo.
Jade estaba caminando hacia Mark para terminar con él. Estaba decidida, no podía seguir huyendo como una cobarde, ni seguir teniendo una relación con un idiota.
Lamentablemente, su plan se vio frustrado. Mark vio a Jade caminar hacia él y decidió acortar la distancia.
—Tenemos que hablar —le dijo Mark antes de que Jade dijera algo.
—Yo...
—Jade —la interrumpió Mark—. Han sido unos muy lindos dos años contigo, pero conocí a otra persona.
Jade iba a abrir la boca, "conocer" no era la expresión correcta, era más como "pero me estoy acostando con otra persona", pero Mark no la dejo seguir.
—Lo siento mucho, Jade, pero tenemos que terminar —le dio un amistoso beso en la mejilla y se alejó, como si nada.
Jade quedó desconcertada. Se suponía que ella debía ser la que pusiera fin a la relación y le dijera todas las cosas que se merecía, en vez de eso, solo había alcanzado a pronunciar "yo".
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La Casa de los Universitarios Locos
HumorJade, una estudiante de enfermería, necesita encontrar un lugar para vivir después de que su familia deba irse de la ciudad en donde ella estudia. Gracias a una prima conoce a Eliza, otra universitaria que tiene una casa que comparte con seis chicos...