Jade estaba entrando a su universidad, cuando vio a sus no tan amigos correr hacia ella. Ellos se habían quedado de su lado, pero era obvio que ya no se sentían tan cómodos con Jade.
—¡Jade! —la llamó uno—. Te tenemos una buena noticia.
Jade los miró con atención.
—Nos mudaremos juntos y queremos que vengas con nosotros —dijeron todos al unísono, como si lo hubieran practicado antes.
Los libros que Jade tenía en la mano cayeron al suelo por la sorpresa.
—¿Qué yo que? —preguntó, mientras se agachaba a recoger los libros.
—Sabemos que vivir con los universitarios locos no debe ser un agrado... por eso queremos que vayas con nosotros —le dijo una de sus amigas.
Jade negó.
—N-no puedo hacer eso. Eliza...
—¿Acaso firmaste un contrato? —Jade negó y su amiga le entregó una hoja—. Ese es el departamento, es grande y ahí están todos los detalles que necesitas saber. Tienes hasta el fin del semestre.
Jade miró la hoja unos segundos luego de que se marcharan sus antiguos amigos y la guardó en una carpeta con guías. Sabía que no la necesitaría.
Cuando llegó a su casa, dejó la hoja sobre el escritorio. No le interesaba mudarse con esos sujetos, ella era feliz ahí... pero ¿qué pasaría si decía que no? Jade sabía cómo terminaría. Terminaría igual que todos, menos Penny, en la casa: sin otros amigos... y no era como que Penny tuviera más amigos, solo conocía personas que la aguantaban.
Jade salió de su cuarto para ir al baño, viendo a Dominic y una chica fuera del cuarto de él.
Jade los miró con algo tristeza. Seguía sabiendo que Dominic era una mala opción, pero por alguna razón, su corazón había tenido un flechazo por él.
La chica se despidió con un abrazo y un beso en la mejilla y bajó las escaleras. Jade iba a entrar al baño cuando Dominic gritó su nombre.
—¿Quieres salir más tarde?
Jade sintió la ira subir por su cuerpo. ¿Había estado con una chica dos segundos atrás y la invitaba a salir?
—No, Dominic, estoy bien.
Dominic llegó hasta a ella y la tomó de una mano.
—Podemos ir a tomar las malteadas que tanto te gustan.
Jade lo miró molesta.
—No, Dominic.
—¿Paso algo?
Jade soltó una risa sarcástica.
—No lo sé. Piensa un poco.
Jade soltó su agarre y se metió al baño, dejando a Dominic confundido en el pasillo.
Dominic decidió meterse al cuarto de Jade para esperarla ahí y luego hablar, pero encontró algo que no le gustó para nada.
—¿Por qué está buscando un departamento? —se preguntó, al ver la hoja sobre su escritorio.
Dominic esperó sentado en la cama de Jade, con la hoja en la mano, mirándola como si fuera algo peligroso. Cuando Jade volvió al cuarto, Dominic le mostró la hoja.
—¿Qué significa esto?
Jade miró la hoja nerviosa y negó.
—N-no es...
—¿Te quieres mudar? ¿Ahora?
A Jade no le gustó lo molesto que sonaba Dominic.
—Si así fuera, no es tu problema —dijo molesta.
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La Casa de los Universitarios Locos
HumorJade, una estudiante de enfermería, necesita encontrar un lugar para vivir después de que su familia deba irse de la ciudad en donde ella estudia. Gracias a una prima conoce a Eliza, otra universitaria que tiene una casa que comparte con seis chicos...