Capítulo 49 - La playa.

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Y aquí estaba, tirada en mi cama desde que había despertado. No tenía ánimos y intención de levantarme, no sentía hambre, ni ganas de hacer nada. El reloj de mi teléfono marcaban las 10:00 de la mañana y yo sólo tenía la vista pérdida en algún punto de la habitación.

El silencio reinaba en esta y lo estaba disfrutando. Pero cómo todo, no duró mucho. Unos golpes se escucharon del otro lado de la puerta pero no me moleste en levantarme, ni siquiera moví un dedo ante aquellos toques.

-Karen... -Oí la voz de Michael. Pero no respondí. Aún seguía molesta con él y la tristeza que llevaba lo hacía peor. -Oye, amor... Hablemos... Abreme por favor.

-Vete... -Susurre apenas.

No queria verlo, el dia de hoy no tenia fuerzas ni ánimos para nada. Sólo queria quedarme encerrada hasta que se me pasase.

Por un momento ya no oí ruidos y creí que ya no insistiría y se iría pero entonces la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Michael. Yo estaba de boca abajo a la cama pero no me levante, permaneci así.

-Sé que éstas triste y molesta por lo de Bebé... Ayer dije una estupidez y entiendo tu enojo. -Dice pero yo no contesto. El suspira. -No quiero que estemos peleados...

-Quiero estar sola. -Es lo único que digo.

No quería escucharlo, no queria hablar, ni mucho menos discutir. Ya no me interesaba hacerlo o al menos no ahora.

-Okay... Te dejaré, pero cuándo quieras hablar o salir quizás te haria bien, que dices? Salimos a pasear?

-No quiero salír, Michael... Quiero que me dejes sola. -Digo seca. Quizá estaba siendo muy dura con el pero no estaba de buen humor.

Oí cómo suspiro y podía jurar que asintió con la cabeza. Tardo unos largos segundos pero luego reaccionó.

-Bien, cómo deseés.

De reojo pude ver cómo comenzó a caminar hacía la puerta y salió de la habitación. Dejó la puerta abierta y quizas en otro momento me hubiese enojado pero ahora, me daba igual. Hasta que volviera en mí.

Luego de unos minutos volví a escuchar pasos caminando hacía mi habitación. Ni siquiera me moleste en girar mi cabeza.

-Te he dicho que me dejes sola, Michael. -Digo seca.

-No soy Michael. -Oí la voz de Harry. Suspire. -Él me dijo que no te sientes bien... Quieres hablar?

-No. -Contesto.

-Okay... Que tal si salimos un rato? Para despejar un poco la mente. -Dice.

-No tengo ánimos, Harry...

-Bien, entiendo si quieres estar sola, lo haré... Sólo venía a decirte qué iré a hacerme la quimio, no sé cuánto tarda pero...

Entonces me congele. Había olvidado aquello y me sentí mal por estar actuando así cuándo le había prometido estar con el. Rápidamente me senté en la cama y lo mire.

-Iré contigo. -Digo decidida. Harry me mira.

-No he venido a pedirte que lo hicieras... Sólo a avisarte. -Dice y niego con la cabeza.

-Da igual, esperame aquí.

Me pongo de pie rápidamente y entro al baño no sin antes tomar un poco de ropa decente para cambiarme. Cuándo término salgo de nuevo a mi habitación y Harry sigue allí esperandome.

-Enserio no hace falta que lo hagas. -Dice. -No quiero hacerte sentir obligada a hacerlo, sé que no te sientes bien.

Lo miro unos segundos y suspiro. Era verdad, no quería nada más que quedarme en casa a encerrarme a llorar pero mucho menos dejarlo sólo a Harry, le había prometido ir con el y lo cumpliré así me sienta mal por dentro.

Memories | H.S | M.C |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora