Caminé por el pasillo de las habitaciones. La casa estaba bien, Matt y Michael se encontraban en la planta baja, jugando algún tipo de juego que no tengo idea y yo sólo decidí subir.
El reloj marcaba las 10:00 a.m y no me había encontrado con Harry aún. Luego de su confesión de anoche, sólo se quedó dormido y no volvío a decir ni una palabra, las dudas habían quedado en mi cerebro. Supongo que durante la noche o antes de que alguién pueda verlo en ese estado subió a su habitación. Necesitaba aclarar que estaba pasando, porque se había ido y porque dijo lo que dijo.
Escuché un ruido proveniente de su habitación, así que sólo me acerque a esta la cuál me sorprendió ver la puerta un tanto abierta. Me asome a esta y mire a través. El estaba allí, sentado a un lado de su cama con el ceño fruncido y sin camisa. No sé cuánto tiempo dure mirándolo pero fue lo suficiente cómo para que el me encontrara mirándolo.
-Necesitas algo? -Pregunta y entonces siento un calor en mi rostro que no puedo evitar.
Rápidamente corrí la mirada evitando contacto visual, mentalmente estaba deseando desaparecer de la faz de la tierra.
-Yo... -Digo y niego con la cabeza. -Lo siento, no quise espiarte... Es que, agh...
Estaba demasiado nerviosa y avergonzada por lo que acababa de pasar. Harry tarda unos largos segundos pero entonces habla.
-Puedes entrar. -Dice. Trago duro y levanto la vista.
Este ya se encuentra con una camisa puesta y me da una mirada para que pase. Camino nerviosa e ingreso a la habitación, cierro la puerta detrás de mí y suspiro tratando de volver a mi aura.
-Lo siento, aún no me acostumbro a vivir con 3 hombres. -Digo y el me mira aún sentado en su cama. Yo solo permanezco parada.
-No creo que te sorprenda nada. -Dice serio.
No entendía su molestia conmigo y debía sacarme la duda ahora mismo. O sea el me había dicho que luchara por el amor de Michael y ahora no me hablaba y desaparece por un día entero sin dar noticias.
Los hombres dicen que las mujeres somos complicadas pero luego van y hacen este tipo de cosas. Quien rayos los entiende a ellos?
-Dónde fuiste ayer? -Voy al grano.
Sus ojos verdes no dejan de mirarme fijamente lo cuál me pone nerviosa debía admitirlo pero no le daría el gusto de que lo sepa. El esperaba intimidarme.
-Por ahí. -Dice encogiendose de hombros.
Okay, estaba jugando al niño rebelde y aunque me molestara su actitud no podía juzgarlo porque hace tan solo meses atrás yo hacia exactamente lo mismo y el tenía la paciencia de no enloquecer por ser una caprichosa. Supongo que ahora es mi turno.
-Recuerdas cuándo odiabas que te contestará así, acaso es una venganza? -Pregunto y el se encoge de hombros nuevamente.
-Quizás. -Responde. Entonces río sin gracia alguna y me acerco a la cama para sentarme a un lado suyo sin dejar de sentir su mirada fija en mi.
-Anoche llegaste ebrio, Harry. -Digo pero no dice nada. -No sé porque rayos te comportas así conmigo pero debes decírmelo.
-Por qué? Da igual.
Levanto la mirada y la fijo en el. No estamos tan lejos del otro así que puedo ver perfectamente cada maldita parte de su rostro a la perfección. Y confirmo que ahora viéndolo desde otro punto, Harry jamás había dejado de ser lindo, quiero decir, todo lo que alguna vez me enamoró de el físicamente seguía allí o aún mejor. Había tomado madurez, aún era atractivo.
