-Estás seguro de todo esto? No te arrepentirás? -Pregunto con mi cabeza apoyada en el pecho desnudo de Michael.
Su brazo esta a mi alrededor y solo debo levantar la cabeza para poder verlo a los ojos. Lo único que nos cubre es la sabana y la ropa interior que llevamos puesta y es la sensación más esperada y hermosa que he tenido en los últimos 2 años.
-He estado las últimas semanas pensandolo, lo cuál es suficiente tiempo como para seguir adelante y estar seguro con mis decisiónes... -Habla y escucho su voz a través de su pecho. -No me había sentido tan bien en un tiempo.
Levanto mi cabeza y lo miro directo a los ojos. Con una de sus manos acaricia mi rostro haciendo que se sienta cómo si estuviera en el cielo. Mi corazón no ha parado de latir aceleradamente en ningún momento desde que el entro a mi habitacion y ya ha pasado un par de horas.
-No sabes cuántas veces soñe con esto... -Confieso. -Tenerte aquí, conmigo y que todo vuelva a ser cómo solía serlo.
-Podemos hacer que todo vuelva a ser cómo era y aunque no lo recuerde, los años que me has esperado demuestran el amor que nunca dejaste de sentir por mí... Y yo juro que intentaré corresponderte.
Sonrío sin poder creer todo lo que acababa de decir y todo lo que había pasado en cuestión de horas. El se acerco a mi y junto sus labios con los míos, moviendolos de a poco. Supe en aquél momento que la espera había valido mucho más la pena.
Michael se coloca encima de mi con sumo cuidado, sin dejar de besarme. Mi corazón late como un tambor al sentir sus manos por mi cuerpo haciendome casi temblar. Sus besos bajaron a mi cuello y mordi mi labio fuertemente cuándo su boca llego a mi oido susurrando.
-Quiero que todo el maldito mundo se entere de que eres mía.
Trago duro mientras siento cómo mi piel se eriza cuándo muerde lentamente el óvulo de mi oreja.
Pero entonces el momento es interrumpido por un golpeteo en la puerta. Michael maldice mientras se hace a un lado pero entonces lo observo pararse.
-Que haces? -Pregunto al ver cómo se coloca su pantalón rápidamente.
El se dirije a la puerta y yo me coloco lo primero que encuentro, lo cuál es su remera sin dejar de mirarlo. Llega a la puerta y sonríe.
-Veremos quién será la primera persona que se entere de esto. -Dice.
-Mike, no... -No me deja terminar de hablar, cuándo toma el pestillo y abre la puerta.
No esperaba que lo hiciera pero debo admitir que el antiguo Michael hubiera hecho exactamente lo mismo, no le importaba absolutamente nada y eso me encantaba.
-Michael? -Escuché una voz femenina detrás de la puerta.
Rápidamente tome mi short que por suerte no había ido tan lejos y me puse de pie para caminar hacía dónde ellos se encontraban.
-El mismo. -Dice éste. Una vez que estoy cerca de ellos, me coloco detrás de Michael apoyando mi brazo en su hombro.
-Ustedes...? -No termina la pregunta cuándo Michael le pregunta.
-Claro que sí, que estaríamos haciendo en una habitación los dos desnudos? Jugar a las cartas? -Bromea y yo rio apenas pero mi hermana no lo hace. Y éso no es una buena señal.
Michael me mira y besa mi mejilla antes de susurrar en mi oreja un "Me daré una ducha". Asiento y se marcha hacia el baño, dejándome ahora si, sola con mi hermana.
-Que ocurre? Por que ésa cara? -Pregunto sonriendo pero entonces del otro lado del pasillo puedo localizar a Harry.
Mi sonrisa se borra de inmediato al verlo parado allí. Y toda la linda sensación de haber estado con Michael es reemplazada sintiendome la peor persona del mundo.