El aire fresco y el olor a auto ajeno es mí olor favorito. La adrenalina corre por mis venas y mi sangre hierve de emoción. Siempre he amado correr escapando y esta no era la excepcion.
-Ya?
Sonrío de lado.
-Ya. -Me pongo de pie y comienzo a correr. -Vamos, vamos, vamos! -Grito lo mas fuerte que puedo.
Mi corazón late cómo loco y amo esa sensación. Jamas me habia sentido tan libre. Las sirenas se hacen presentes y mi velocidad se acerlera mucho más a gusto. Corro cómo si fuera el puto correcaminos de los dibujos animados. Me adentro al auto de la persona a mi lado. Mi respiración esta agitada. Entonces el coche se acelera fuertemente como si estuviéramos en las carreras.
-Wuuuuuuu!!!! -Grito. -Esto es la mejor mierda del mundo! -Digo y entonces giro hacia el chico frente a mi. Éste asiente riendo. -Que has conseguido? -Pregunto.
-Pues no lo sé... Supongo que estupideces al frenar revisaremos. -Dice y asiento.
Entonces sin importarme nada me siento arriba de sus piernas quedando de espaldas al volante y sin esperar mucho choco mis labios con los del chico. A el no parece importarle que ambos andamos en el coche sin mirar la carretera y a mi mucho menos. Su lengua entra en mi boca y le devuelvo el gesto. Siento su risa y entonces se separa.
-Chocaremos...
-Crees que me importa? -Digo y vuelvo a unir nuestros labios.
-Mmm... -Dice empujandome lentamente. -Pues a mi si me importa, aún no quiero morir. -Habla en tono de broma. Trago duro y lo miro unos segundos.
-Claro. -Asiento y vuelvo a mí lugar. Suspiro con pedadez.
El chico me da un par de miradas pero la mia esta en la carretera. Luego de varios minutos ambos nos separamos y cada uno se va a su casa, cómo siempre hemos acostumbrado. Camino hacía ésta y abro la puerta sin golpear.
-Hola! -Digo al entrar.
-Dónde rayos estabas? He estado llamandote y enviandote mensajes... -Dice el chico frente a mi y entonces tomo mi teléfono y lo veo.
-Es verdad. -Digo asientiendo viendo las llamadas perdidas junto a los mensajes sin leer. Suspiro tirándome en el sillón. Entonces veo cómo este se acerca y me mira. -Que!?
-Has estado con ése... Delicuente otra vez verdad? -Dice y río. -Esto es increíble, Karen... Debes dejar de hacer eso...
-Que? Robar? Es mi trabajo. -Digo como si nada. El chico niega con la cabeza y suspira. Sonrío.
-Sabes que no lo es, esto te hara mal y...
-Y otra vez con el mismo sermón de siempre... -Digo rodando los ojos. -No eres mi madre, lo sabes no? Y si lo fueras tampoco podrías hacer nada, solo has como si acabara de venir de trabajar y listo! Ya nada pasa...
-Si quieres trabajar yo podría ayudarte, podria buscarte un puesto en la empresa y...
-Harry... -Digo y el me mira unos segundos. -No. -Niego.
El chico traga duro y suspira. Sus ojos verdes se ven más claros que nunca, el pasa su mano por su cabello el cuál es corto ya no lo tiene largo como solía tenerlo, sus rulos desaparecieron y su rostro fue cambiando, ya no tiene cara de adolecente sino de una persona adulta y responsable cómo realmente lo es.
Siempre lo he admirado a pesar de todo, cómo logra llevar su trabajo con tanta seriedad y responsabilidad. El es la única persona que siempre se. Mantuvo a mi lado y aúnque no lo demuestre, siempre estaré agradecida con él.