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—¡Viva La Princesa!...¡Larga vida a La Princesa!—fuera del palacio había un bullicio enorme.

—Que los dioses bendigan a La Princesa...

Era como un festival, una celebración enorme, la noticia de que Wook estaba en cinta se esparció rápidamente.

Era considerado como una bendición de los dioses que a tan sólo dos meses ya estuviera en camino el heredero del trono de la tercera generación.

Recibió montones de regalos, tantos que no cabían en su habitación, telas finas, estatuillas de fertilidad y muchas joyas. Todo estaba distribuido entre su habitación y un par de habitaciones más en el palacio.

Wook bordaba muy tranquilo sobre unos pequeños zapatos que había hecho para su hijo como marcaba la tradición. Mientras tanto su madre revisaba como loca cada caja, cada regalo y cada rollo de tela.

—Hijo...¿Cómo es que no puedes aprovechar todo esto?, puedes hacer ropa hermosa y lucir elegante...—pensó por unos cuantos segundos—aunque tu ya eres una princesa...no vas a necesitar todo esto, tienes tantas cosas mucho mejores...

—Llevatelas madre...—susurró sin ganas, su vida no resultó como la quería, Yesung ya no lo dañaba pero tampoco lo visitaba, no comían juntos, no asistían juntos a los eventos, y mucho menos pasaba la noche en el palacio. Se enteró poco después de que prácticamente vivía en la casa de Gisaeng—tienes razón...yo no voy a ocuparlas y tu...puedes venderlas y sacar un buen dinero...

Se levantó y salió de ahí acompañado de esas mujeres que ya estaba empezando a acostumbrarse a llevar, dio un pequeño paseo por los pasillos, por los jardines y así hasta llegar al kiosko del lago. Se sentó y siguió bordando con tranquilidad. No necesitaba estar cerca de todo ese desastre.

Todos estaban felices por la llegada del heredero pero Wook sólo quería que todo terminara de una vez por todas, tenía tantas ganas de salir, de comer dulces de viajar por las colinas y separarse de todo. De ser libre de nuevo. De sentirse vivo.

—Parece que está triste...—escuchó una voz que para nada reconocía, alzó la cabeza y pudo ver a todas las damas inclinadas frente a un joven que usaba la ropa que llevaba un príncipe, de inmediato se levantó y saludó—No era necesario...en estos momentos su rango es mucho mayor al mío...—le tomó la mano para besarle el dorso y hacer que se sentara. Ambos quedaron de frente—Permitame presentarme Princesa...mi nombre es Cho Kyuhyun...soy el tercer príncipe...

—Un gusto...supongo que ya me conoces...—alzó los hombros viendo directo a los bordados de los zapatitos.

—Felicidades por el embarazo...el pueblo celebra...—pidió a las damas que les trajeran un poco de té—pero...¿No se supone que usted también debería celebrar?...

—Yo no tengo nada de que celebrar...—respondió sorprendiendose un poco después, había dicho lo que intentaba pensar, después quiso excusarse—no puedo salir...no puedo comer lo que quiero...mi esposo no...me ama...—sus ojos se cristalizaron.

—Mi hermano puede ser un poco explosivo Su Alteza...el fue criado desde bebé para convertirse en el Rey de esta nación...Su madre La Reina Hee intentó darle su propia educación cuanto pudo pero la corte siempre se entrometió. No es su culpa ser como es...ha tenido una vida dura y a diario tiene que llenar las espectativas que tienen de él a la perfección. Mi vida fue un poco más ligera porque soy hijo de una concubina, yo no puedo aspirar a más que no sea ser un príncipe...

Para Wook era difícil entender ese asunto de las monarquías y los puestos a los que podías aspirar según tu origen pero lo intentaba.

—Yesung es una persona fría...—respondió guardando los zapatitos en una caja de madera—no creo que durante todo lo que dure nuestro matrimonio podamos llevarnos bien...

—Intenta hablar más con él...buscalo...eres muy joven para vivir toda una vida en un matrimonio horrible...—se levantó y se estiró—tarde o temprano todos ceden...—dio un par de vistazos rápidos a su alrededor—dijiste que no podías salir ¿cierto?...¿Quieres hacerlo?...

Los ojos del menor se abrieron muy grandes, su rostro se lleno de emoción así que  asintió.

—Ve a ponerte ropa más cómoda y nos vemos en el extremo sur, justo en donde termina la barda...—le sonrió.

—¿Vamos a escapar?...—susurró bajito.

—No...sólo saldremos a dar un paseo...no te preocupes, nunca nadie se da cuenta y todos están ocupados...nadie va a notar que no estás...

—¿Estás seguro?...—se levantó sonriendo de manera tímida. Kyuhyun juró que no los descubrirían y entonces Wook fue a su habitación, se quitó esas ostentosas ropas y se puso una más humildes, se deshizo de los tocados de su cabello y simplemente lo amarró con un binyeo, como las mujeres casadas en el pueblo lo hacían, nada de cosas que llamaran la atención. Entre menos color usara era mucho mejor y así pasaría desapercibido.

Iba a salir, podría ver el mundo exterior nuevamente después de ese tiempo encerrado, no había nada que lo hubiera hecho sentirse tan feliz. Incluso le importaba un pepino si lo descubrían, ¿Qué iban a hacerle?, ¿Castigarlo?...era una princesa embarazada de un heredero...tenía absoluta inmunidad ahora.

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•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora