•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

❁12❁

Wook se quedó recostado casi todo el día entre las mantas, no podía moverse sin sentir dolor intenso, no se había bañado y seguía desnudo. Las damas entraban a limpiar la habitación y a dejarle comida que no había tocado. No la quería. Wook evadía sus preguntas diciéndoles que se sentía cansado y mareado.

En el palacio empezaban a correr los rumores de los malestares del menor y así mismo en su momento llegaron a La Reina.

Casi cayendo la tarde Heechul entró a la habitación llevando una charola con té para el estómago. Wook estaba sollozando debido al dolor y al verla intentó callarse.

—Pequeño...¿Te sientes muy mal?...¿Debería llamar a los médicos reales?—se hincó a su lado y empezó a preparar la taza para darle un poco de beber.

—Su Alteza...—susurró a manera de saludo—no...no es necesario.

—Voy a ayudarte a tomar un baño...eso te hará sentir mejor—le quitó las mantas, Wook quiso evitarlo pero no pudo.

Se quedó estático mirándolo de arriba abajo. Su rostro horrorizado fue visto de inmediato.

—¿F...fue Yesung?...—jadeó sin poder pasar el aire al verle las piernas completamente manchadas y los moretones en el cuerpo. Volvió a cubrirlo y se apartó tratando de calmarse. No podía creer del todo que su hijo fuera capaz de eso.

—L...lo siento...Su Alteza...—Wook tomó las mantas y como pudo se sentó para cubrirse con ellas—fue mi culpa...fue todo mi culpa...

—Ryeowook...—se cubrió el rostro y al topar con pared se dejó deslizar hasta caer sentado en él suelo—no puede ser...perdón...perdón en serio...—hizo una reverencia completa, casi recostándose en el suelo para pedir perdón.

El menor negó con rapidez, una Reina no hace esas cosas. Si los descubrían podrían asesinar a Wook por ser ante quien se reverenciaba de esa manera.

—No, Su Alteza...no...levantese...—aún cubriéndose se aguantó el dolor y fue a levantarlo —estoy bien...no tiene nada de que disculparse...yo me encargaré de los humores de mi esposo ¿si?...usted no se preocupe...

—Wook es mi hijo...se supone que mi educación lo haría la persona que es ahora...—estaba demasiado avergonzado, le dolía saber que era un imbécil —yo no le enseñé esas cosas...yo siempre le dije que debía respetar a la persona con la que le tocara desposarse yo...—ya no pudo hablar y solo siguió llorando.

—Estoy bien Su Alteza...—susurró más calmado, tratando de tranquilizarlo.

—Voy a ponerlo en su lugar Wook...—se descubrió volviendo a mirarlo—él no tiene porque tratarte así...apenas se casaron...dios mío...—aspiró profundamente—dejame ayudarte ¿si?...—salió sin avisar y regresó con tazones de agua caliente y pedazos de tela.

Wook no tenía palabras, ese hombre si que era un verdadero ángel, mojó los retazos de tela y empezó a limpiarle el cuerpo poco a poco, curó sus heridas y después lo ayudó a ponerse una vestimenta bastante linda.

—Mirate...vuelves a ser hermoso...—le ayudaba a beber algo de medicina para el dolor—si Yesung vuelve a hacerte daño...debes decírmelo ¿Entiendes?...—susurró sólo para ellos mismos ya que se encontraban sentados en los escalones de afuera de las habitaciones.

—Lo entiendo...muchas gracias Su Alteza...

—Llamame Omma...soy tu suegra...sé que los rangos son importantes pero...no para alguien que aprecia a otro...sólo dime así...—le acomodó los últimos detalles del peinado y le sonrió—debo irme ¿si?...quedate aquí tomando el sol cerca de tu habitación y después entra cuando estes cansado...debo hacer algunas cosas...

Wook se despidió, Hee llamó de vuelta a todas sus damas y caminó con ellas por el palacio buscando a su hijo. La sangre le hervía, estaba ansioso por encontrarlo.

Yesung estaba en la parte más alejada del palacio, bebía y reía con algunas de las Gisaeng que siempre llevaba. Verlo tan despreocupado lo obligó a pedirle a sus damas que lo dejarán completamente sólo. El palacio ya no necesitaba más escándalos.

—¡¿Qué demonios crees que haces?!—le gritó con toda su furia, asustando a las mujeres quienes de inmediato se levantaron y se inclinaron—¡Bebes y actúas de una manera tan despreocupada cuando tu esposa sufre en su habitación!...¡Te juntas con mujerzuelas!...

—Ellas no son mujerzuelas...—respondió enfrentándolo—además las necesidades de ese niño no son mi problema...tiene sus propias damas para que se encarguen de él...

—¡Larguense de aquí!—gritó a las mujeres quienes de inmediato corrieron—¡Guardías!—llamó a un par para que las escoltaran—sin importar quien o que digan...no quiero a ninguna otra mujer además de mi, de La Princesa Consorte y de todo el personal dentro de éste palacio sin mi autorización...

—¿Porqué se supone que haces esto?...—Yesung tomó un vaso y se sirvió más alcohol. Heechul se lo quitó y lo lanzó al suelo.

—Fuiste un maldito cobarde y lo violaste...—lo tomó por la ropa—¿Esa fue la educación que te di?...¿Yo te enseñé a tratar así a las personas?...—gritó fuertemente.

—¡No!—gritó de vuelta, Hee se asustó pero no bajó la guardía y siguió en su faceta dura—yo no te pedí casarme...yo no pedí ser como soy y mucho menos te pedí que mi matrimonio fuera con un maldito engendro como lo es él...eso y más es lo que merece ese...—se detuvo abruptamente pues Heechul lo cayó con una fuerte bofetada.

—Callate...—susurró con los ojos llenos de lágrimas —que no se te olvide que tu naciste de un "engendro" así...—sintió un hueco en el pecho—me das vergüenza hijo...antes la sociedad y ante todos tuve que ser fuerte contigo dentro y no agradeces nada de ese esfuerzo ni siquiera respetando a la especie que te dio la vida...—bajó la mirada derrotado—el día que yo sepa que vuelves a hacerle algo...dejarás de ser mi hijo y por lo tanto tu trono se perderá...

—Madre no puedes hacerme eso...—apretó los puños—he trabajado duro por ese puesto...

—¿Trabajar duro?...—rió—mi vida...¿Quién paga tu comida?...¿Quién paga el vino que bebes a diario?...¿Quién es quien paga tu maldita ropa?...¡Dimelo!...

—Tú...

—¡No!...—gritó—el pueblo...tu gente lo hace...y si no puedes respetar a la persona que compartirá una vida contigo y tendrá la confianza de cerrar los ojos para dormir a tu lado...entonces no mereces convertirte en Rey...piensa bien en ello—después de eso Hee sólo dio vuelta y regresó a sus aposentos junto a sus damas.

Yesung apretó los puños lleno de enojo, ese niño estaba interfiriendo por completo en sus planes.

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