Wook abrazó al bebé contra su pecho y lloró con fuerzas al ver al hombre que siempre lo habia ayudado tanto desvanecerse.
Yesung simplemente se derrumbó, se dejó caer de rodillas a su lado y quiso abrazarlo, lo hizo con miedo de lastimarlo. Siwon llegó poco después con algunos soldados.
—¿Heechul?...—por primera vez en su vida desde que era un niño sintió ese característico picor en los ojos, esa falta inminente de aire y el sudor frío recorriéndole el cuerpo—Rella...—se hincó para tomarlo con fuerza y abrazarlo contra su pecho.
Algunas damas y Yesung ayudaron a Wook a entrar a una de las habitaciones. Sería mejor que dejara de ver eso estando recién parido.
—Mi Reina...—Siwon tomó las mejillas de su esposo y observó por última vez esa tierna sonrisa—te amo...—uno de los soldados le llevó una manta blanca y con ella lo envolvió cuidadosamente, notó que llevaba el sobre de los papeles, sabía que aquel debía ser enterrado con la esposa al morir para liberar al esposo del compromiso, pero por esta vez...sólo por esta, rompería aquella regla—no importa que no estés...este matrimonio no se acaba Hee...—se levantó cargándolo aun contra su pecho, y de esa manera lo llevó hasta la sala funebre donde lo prepararían para el funeral tradicional.
A cada paso empezaba a recordar todo lo que vivieron, esos pequeños detalles, su risa, su manera de enojarse e incluso su manera de llorar. No pudo contener el llanto ante todo eso. El día en que se casaron, eso lo hizo soltar una risa, Heechul lo había golpeado aquel día por no ser cariñoso. Cuando supieron que esperaban a Yesung, el segundo día más feliz de su vida, el día en que lo tuvo. Eran pequeños momentos que ahora tenían muchísima más importancia que antes.
Por reglas del palacio tuvo que contraer matrimonio con algunas concubinas y tener hijos, pero Heechul siempre fue el amor de su vida. Los Reyes casi no visitaban a sus esposas, pero él dormía cada noche a su lado e incluso vivían en el mismo cuarto.
—¿Porqué Hee?...—susurró cerrando con fuerzas los ojos—dijiste que yo no podía morir, entonces tu tampoco debiste hacerlo...
Los médicos llegaron corriendo al salón para "auxiliar" a su Monarca, Siwon los detuvo solo hincandose con él en brazos, lo colocó frente a las estaudas de sus deidades y empezó a rezar en silencio, los médicos de inmediato se hincaron para hacer lo mismo. Para Siwon el tiempo se había detenido instantáneamente, rezar por tenerlo de vuelta ya no serviría de nada, sólo pediría por que pasara a salvo el camino al más allá.
ミミ
—¿Murió?...¿Él murió cierto?...—Ryeowook estaba siendo atendido por algunos médicos. Pero se negaba a quedarse quieto.
—Tranquilo...—Yesung luchaba por no quebrarse de nuevo, secaba constantemente sus lágrimas.
—¡Yesung necesito verlo!...¡Llevame con Su Alteza!—gritaba cayendo en la desesperación—¡Llevame ahora!—debido a tanto alboroto el llanto del recién nacido fue muy evidente, lloraba fuerte y aquello hizo que Yesung no pudiera más.
—¡Está muerto!...¡No puedes verlo porqué murió!—gritó dejándose caer de rodillas para llorar. Ryeowook lo sabía, estaba consiente de eso pero algo le decía que no debía creerlo y era estúpido porque el mismo lo habia visto irse.
—Su Alteza...—susurró colocándose un brazo en la cara para llorar, los había salvado, había muerto para que ellos no lo hicieran. Él era una persona realmente noble y con ganas de mejorar el mundo.
—Princesa...perdón...pero el bebé necesita comer algo...—le entregaron al pequeño envuelto en un par de mantas amarillas, lo miró, sus grandes ojos y esa linda nariz—eres tu...es...como tu madre...—susurró bajito volviendo a sollozar, era muy parecido a Hee, y ¿Cómo no serlo?, era su abuelo—mi pequeño...—de entre tanta cosa logró sacar una sonrisa, lo pegó a su pecho y dejó que comiera tranquilo—Yesung...míralo....
—No puedo hacerlo...—jadeó levantándose, dispuesto a salir del lugar.
—Yesung...míralo...es tu hijo...—suplicó sentándose, desobedeciendo las ordenes de los médicos —sólo un poco...por favor...
—No Wook...no voy a hacerlo—se recargó contra la puerta dándole la espalda.
Wook perdió esa pequeña chispa de felicidad nuevamente, quizás no queria verlo por el parecido con su madre.
—Por favor...—sollozó mirando el rostro tranquilo del bebé—dijiste que lo amarías sin importar nada...debes conocerlo.
—No hablaremos más sobre esto...—Yesung salió de la habitación y cerró la puerta tras él.
Las damas que lo acompañaban y los medicos guardaron total silencio, era un momento demasiado incómodo. Estaba triste, estaba decepcionado, pero al mismo tiempo estaba feliz, su bebé era un niño sano, había salido bien del parto, y le emocionaba el parecido con su abuelo. Cuidaría como nadie de ese niño. Justo como Hee habría querido hacerlo para Yesung, cumpliría al pie de la letra todo lo que quiso hacer y no logró.
—Omma va a estar contigo...—lo ayudaron a recostarse de lado aún con el bebé comiendo, le peinó el abundante cabello y le pellizcó las mejillas—gracias por haber llegado conmigo...
—¿Tiene nombre para el próximo Rey de la nación?—pteguntó uno de los eunucos. Wook asintió.
—Heenim...—susurró con una suave sonrisa—como La Reina...era su nombre antes de casarse con Su Majestad y cambiarlo. El presente asintió saliendo para hacer los archivos historicos del nuevo miembro de la familia Real.
En cuanto Yesung se fue, salió al patio, aun se encontraba manchado con la sangre de su madre y de aquellas personas, la daga de jade yacía en el suelo, la tomó, la enjuagó en el pequeño claro de agua y la guardó. De ahora en adelante no permitiría que nadie dañara a su familia, que nadie los insultara, y que nadie los tocara.
—Lo siento...—susurró con los ojos bien pegados a las entrellas—no fui el hijo que deseaste ver...no puse en practica la educación que tanto te esforzaste en darme...madre...dame la oportunidad de enmendar mis errores...dame una señal...una pequeña...quiero saber si pude hacerte feliz...
Una pequeña estrella fugaz atravesó el cielo, Yesung sonrió hasta las lágrimas y asintió.
—También me hiciste muy feliz...
ლლ
ESTÁS LEYENDO
•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
FanficSu familia está en la total quiebra, y por suerte encontraron al marido perfecto para su "hija"; aquel que les devolverá aquella posición social a la que están tan acostumbrados. Sin embargo hay un pequeño inconveniente, algo insignificante la verd...