•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

❁24❁

Pudo salir del palacio, pero no fue como quiso. Su tiempo estaba bien contado.

Los guardias y algunas damas lo llevaron hacia la casa del Príncipe Kyuhyun y La Dama Lee. Wook llevaba al bebé en sus brazos, dormía de una manera tan inocente que lo hacia sentir culpable.

No había dejado de llorar desde el día anterior, ni siquiera había dormido por la incertidumbre de que era lo que podría pasar con su pequeño.

Yesung seguía a la pequeña "caravana" por detrás, iba montado en su caballo y no mostraba expresiones, ni arrepentimiento, ni nada mmás

Llegaron pronto a la casa y solo Wook fue el que bajó para entrar, las damas llevaban las cosas que le pertenecían al bebé. Entró a la gran casa y observó la decoración, era hermosa, se miraba tan hogareña y eso hacia una enorme diferencia con donde vivía, todo era tan formal en el palacio. No se sentía en casa.

Sungmin se acercó para recibirlo, sonrió un poco al verlo ser abrazado por Kyuhyun poco después. Sus consejos habían servido de algo.

Los ojos castaños de su amigo se miraban afligidos, se acercó y lo abrazó con fuerza, Wook se soltó a llorar de nuevo y es que se sentía tan débil y vacío.

—Princesa...—Min se acercó y le ofreció una sonrisa sincera pero encarnada en una poca de tristeza—vamos a cuidar bien de su hijo...

—Lo vamos a mantener sano Wook...—Kyuhyun observó al bebé y sonrió —es como él...y es precioso...

No queriendo y más forzado que nada, Wook tuvo que entregar a su hijo en los brazos de Min, al abandonar su tacto algo se quebró dentro suyo.

—S...su nombre...su nombre es Heenim...—las damas le ofrecieron un pañuelo, lo tomó y limpió un poco la húmedad de sus mejillas—por favor...amenlo tanto como yo lo hago...

—¡Debemos irnos!—gritó uno de los guardias que los acompañaba.

—Sólo un poco más...—suplicó mirando al bebé, quiso tomarlo de nuevo y abrazarlo con fuerza a su cuerpo, no soltarlo nunca. Pero eso haría las cosas más difíciles.

—Sungmin está en cinta también Wook...—avisó Kyuhyun con una sonrisa, Wook les sonrió de vuelta.

—Felicidades...—tomó por los hombros a Min y después lo abrazó, una de las damas tomó a Wook del brazo por órdenes de Yesung y comenzó a jalar para meterlo al palanquín—voy a volver por él ¿si?...Heenim...—al irse alejando más, la desesperación se hacía más abundante—¡No olvides a Mamá!—gritó cuando lo metieron y no dejaron que saliera, todo se puso en marcha.

Yesung hizo una mueca de disgusto, se acercó con el caballo hasta Kyuhyun y le lanzó a los pies una bolsa con demasiado dinero.

—Te vas a arrepentir Yesung...no puedes separar a Wook de su hijo...no tienes derecho a causarle más dolor...¿En qué estás pensando?

—Ese dinero es para su manutención...es suficiente así pueden criarlo bien...—evadió la pregunta—no permitan que se acerque al palacio...Ryeowook puede tener más hijos después...

—No puedes obligarlo...—Sungmin se interpuso en su camino, abrazando bien fuerte al bebé por cualquier cosa.

—Él es mi esposo...no tiene porque negarse...—rió suavemente—además es un niño estúpido...¿Qué haría sin mi?...Mi madre ya no está en el palacio, ya no tiene quien lo defienda.

—Los cielos van a castigarte...—Min se quitó del camino al ver que el caballo empezaba a moverse. Yesung lo arreo para que empezara a correr y así llegar primero al palacio. Le importó poco que la gente y los puestos estuvieran ahí. Sólo siguió tan rápido como pudo.

Wook se abrazó a si mismo dentro de el palanquín, se sentía extraño, incompleto. Estaba enojado y triste, pero no podía comprender aun la magnitud del asunto. En cuanto llegó al palacio, caminó hacia su habitación sin esperar a nadie, ni a las damas ni a los cuidadores, parecía una especie de zombie.

En su habitación, se quitó la ropa, se colocó el hanbok blanco de dormir, se deshizo el peinado y se sentó sobre el futón para mirarse las manos detenidamente, estaban vacías, estaba sólo. Hizo puño éstas y soltó un fuerte grito. Sólo entonces fue que empezó a llorar después de haber dejado al pequeño.

Todo lo que pudo lo lanzó contra el suelo y contra la puerta, las estatuas de jade, el pequeño buró donde escribía sus cartas y con el abrecartas rasgo toda su ropa, hasta la ultima prenda y la lanzó al patio, estaba harto, las damas lo miraban con sorpresa y trataban de detenerlo, pero se negaba y amenazaba.

Yesung llegó donde él, al ver el desastre en la habitación y en el patio lo tomó por los brazos.

—¡Detente!...—gritó.

—¡Dejame!...—Wook se zafó de su agarre y corrió al interior de su habitación para seguir rompiendo los adornos que faltaban.

—¡Qué te detengas!—como pudo lo tomó por el cabello y lo pegó de golpe contra la pared, un poco aturdido el menor sólo logró dejarse caer, observó detenidamente todo lo que había hecho y se cubrió el rostro para sollozar.

El Rey llegó corriendo antes el alboroto, iba con algunos de los soldados por si se necesitaba. Ellos se quedaron afuera.

—¿Qué fue lo que ocurrió aquí?...por fin me decido a salir del luto y me encuentro esta situación, ¿Qué la ha causado?...

—Mi bebé...—Wook estaba a punto de hablar, pero Yesung lo interrumpió.

—El bebé murió...—susurró. El castaño abrió los ojos de golpe y lo miró negando suavemente, se levantó dispuesto a pelear por desmentirlo, Yesung aprovechó que Siwon se dio la vuelta frustrado y lo tomó por el cuello indicándole que debía guardar silencio, después lo soltó y fue donde su padre—lo sentimos en serio...

—Por dios...primero Heechul y ahora el bebé...¿Qué fue lo que ocurrió?...—pudo ver que Wook se veía extremadamente demacrado, y contándole a eso el arranque que acababa de tener, destrozando por completo su habitación.

—Era débil...quizás fue culpa del embarazo riesgoso que mi esposo tuvo...

Wook se cubrió la boca con ambas manos y lloró contra ellas, parecía envuelto en una locura extraña.

—Muchachos lo siento tanto...—Siwon se hincó a la altura de Wook y le acarició las mejillas —los cielos van a bendecirte con un hijo sano después...ya lo verás...

El Rey salió de ahí un poco tambaleante por la noticia, Wook se levantó y empujó a su mayor con todas sus fuerzas.

—Mi hijo no está muerto...no puedes hacer eso...es como si lo excluyeras por completo de la familia...

—Está muerto...no sé de que estás hablando...—alzó los hombros—preparate...los actos funerarios serán ésta noche...recuerdalo bien...tu hijo murió Ryeowook...ya no eres más su madre...

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