•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

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❁Especial KyuMin 1/6❁

—¿Estás contento?...Ryeowook está muriendo...—Kyuhyun se acercó a donde Yesung se encontraba, estaba inconsciente debido a medicamentos que el consejo de magia le daba para contrarrestar el espíritu dentro suyo—¿Fuiste tu quien lo lastimó de esa manera tan cruel?...lo golpeaste así y por si fuera poco...lo ultrajaste de esa manera tan horrible...eres...despreciable...—susurró en un gruñido, después sin decir más fue donde el menor, estaba recostado y le llenó de lágrimas los ojos verlo con tantas marcas sangrantes y aquel semblante tan malo.

Las damas le daban algo de medicina a cucharadas esperando que pudiera tomarle de a poco. Y de vez en cuando le colocaban al bebé a su lado para dormir y comer. El Reino estaba triste, estaban prohibidas las celebraciones y también los festivales, al menos hasta que la salud de sus Reyes mejorara. El que se encontraba a cargo era el Príncipe Heredero pero al no tener la edad suficiente, era apoyado por su tío el Príncipe Kyuhyun, siendo de entre todos sus hermanos el más apto y el menos muerto claramente.

—¿Podemos volver a casa Kyuhyun?...—Sungmin entró a la habitación con el Príncipe en brazos y los ojos totalmente llorosos. Su ropa estaba un poco desarreglada pero fingía que era por culpa de cuidar de tres niños.

—Claro...¿Todo se encuentra bien?...—Kyuhyun le tomó las mejillas y le besó los labios para que no llorara.

—Sí...—susurró con un hilo de voz—tres niños son difíciles cuando crecen...—mintió un poco. Quería llorar como nunca y pedir ayuda. Y es que afuera se había encontrado con aquellos tipos, no le habían hecho daño, pero si se habían propasado un poco metiéndole mano, eso lo puso nervioso y sensible. Quería saber sobre todo porque ellos se encontraban en el palacio—pero vamonos ya ¿si?...—talló sus ojos.

—Tendremos que volver más tarde...vamos a quedarnos mientras Sus Majestades se recuperan...

—¿Será por mucho tiempo?...—se acercó un poco a Wook y le tomó la frente, tenía tanta fiebre.

—Quizás...pero tengamos confianza en que todo saldrá bien.

Min soltó un suspiro, estando con su esposo esos tipos no podrían hacerle ningún daño. ¿Verdad?

Fueron a casa por la ropa necesaria y regresaron al palacio, Min se sentía intimidado en ese enorme lugar, él fue llevado al pabellón de las princesas junto con los pequeños y su esposo se encontraba cerca de la sala del trono, para hacerse cargo de los asuntos del estado, estaban demasiado separados.

Las damas le explicaron muy bien que en el palacio ninguna mujer o esposa podía dormir en la misma habitación con un hombre a menos que se tratara de Sus Majestades. Así que tendría que quedarse totalmente solo.

La noche caía y el palacio se hacía aun más tétrico, todos llevaban sólo un par de velas para alumbrar su camino y Min estaba solo en la habitación con tres velas y los niños en otra con nanas, estaba sentado abrazándose las piernas y sollozando asustado, si esos tipos estaban en él palacio, podían fácilmente entrar y hacerle daño de la manera en que quisieran.

La puerta se abrió y debido al aire las velas se apagaron, estaba en total oscuridad. Se removió asustado tratando de que sus ojos se acostumbraran rápidamente al cambio de luz para poder ver algo. Nada ocurrió, hasta que escuchó pasos acercándose a donde se encontraba, alguien subió a su cuerpo y lo aprisionó contra la madera, en ese momento la respiración se le fue y comenzó a derramar silenciosas lágrimas, su cuello fue besado y también su pecho después de ser descubierto, estaba desesperado por hacer algo pero el cuerpo no le respondía, de vez en cuando soltaba quejidos que fácilmente podrían confundirse con gemidos. Unas manos frías se colaron bajo su falda para quitarle por completo la ropa interior y llegaron hasta su trasero, el cual apretaron y después pasaron a sus muslos para abrirlos y dejarlo expuesto.

Necesitaba hacer que todo terminara, así que como pudo pateó la puerta que daba al patio, se abrió dejando que la luz de la luna entrara masa, lo primero que iluminó fue su rostro mojado de lágrimas e impregnado de miedo.

—Por dios...¿Estoy haciendo algo mal?...—la voz de Kyuhyun se escuchó poco después de ver que lloraba y trataba de apartarlo, se apartó de inmediato yendo a encender todas las velas para que pudiera verlo mejor—cariño...yo...no quise asustarte...Minnie...

El menor se alejaba cada que intentaba acercarse a tocarlo, aun se encontraba en shock, solamente se cubrió el rostro y comenzó a llorar tan fuerte como pudo.

—No lo hagas...—suplicó—no me gusta que lo hagas...me lastima...—y de pronto entre su desesperación comenzó a rogarle como si de aquellos bastardos se tratara—tengo un esposo...soy suyo solamente...tu no puedes tocarme...no pueden hacerme esas cosas...es...asqueroso y me duele demasiado...son crueles, paren de una vez por favor...

—Sungmin...¿Porqué dices todas esas cosas?...—intentó acercarse nuevamente pero el menor lo golpeó para que se alejara.

—¡Vete!...—gritó con fuerza—no me toques...no me hagas daño...no de nuevo por favor...¡Vete!...¡Vete!...¡Vete!...¡VETE!—gritó logrando asustarlo, estaba tan preocupado que solamente pudo apretar los puños al ver su cuerpo desvanecerse por el exceso de estrés. Definitivamente debía hablar seriamente con su esposo, no entendía porque las cosas en su vida se complicaban tan de repente.

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