—¿Quieres ver las flores?...—el castaño caminaba por la habitación con el pequeño en brazos, este jugaba con un peluche que El Rey le había regalado—lo sé...yo también quiero verlas...
Wook no había salido de la habitación, el palacio estaba de luto y por haber dado a luz hacia poco, no pudo siquiera asistir al funeral de La Reina. Se consideraba como mala suerte, era doloroso y demasiado, pero pudo comprender que la vida tenía que seguir y ahora tenía un hijo que debía cuidar.
—Vamos mi amor...pero podemos salir al pasillo a tomar el sol...—lo destapó un poco y salió a donde le había indicado, no tenía permitido bajar de los escalones hacia el patio. Veía a las damas pasar, a los integrantes del consejo y a los cuidadores—quizás papá hoy si venga a visitarnos...—susurró con un poco de optimismo, no lo había visto desde que el pequeño Heenim había nacido. Lo extrañaba como a nada. Después de haber pasado los últimos tres meses juntos, no verlo en casi dos semanas era demasiado.
—Vine...pero a verte a ti...—la voz de Yesung lo hizo levantarse rápidamente y acercarse, pero éste retrocedió evitando mirar al bebé—¿cómo te sientes?...hace mucho que no vengo.
Wook bajó la mirada sintiéndose algo triste, cubrió a su pequeño totalmente con las mantas, dejando un espacio para que pudiera respirar.
—Estoy bien...—lo vio sentarse y él hizo lo mismo—el dolor del parto se fue completamente hace unos días—suspiró—¿Cómo se encuentra Su Majestad?...
—Extraña mucho a Mamá...no ha salido de su habitación y las damas batallan demasiado para hacerlo probar alimento...—de vez en cuando dirigía la vista a aquel pequeño bulto en mantas.
—¿Tú como estás?...—Wook abrazó más fuerte a su pequeño, estaba nervioso, Yesung se mostraba con un aura algo extraña.
—Estoy bien...no puedo deshacer las cosas...amaba a mi madre, pero por ese amor es que debo salir adelante...—hubo un silencio largo. El bebé comenzó a quejarse, eso hizo que Wook se pusiera nervioso, en poco tiempo comenzó a llorar.
—Lo siento...—se levantó dándole la espalda a Yesung para calmarlo.
—Quizás deba volver en otro momento...
—No...no te preocupes...—pegó al bebé a su pecho para que comiera y lo cubrió de nuevo con las mantas, entonces regresó a su lugar—n...no había comido bien hoy...—se excusó, jamás imaginó sentir esa horrible sensación al atender a su hijo frente a Yesung. Era tan doloroso que incluso derramó algunas lágrimas.
—No lo hagas...—Yesung soltó un suspiro—no llores...
—En serio lo siento...—jadeó tratando de contenerse, sin embargo el llanto se hizo más fuerte—es mi culpa...todo es culpa mía...
—¿Qué es culpa tuya?...—Yesung se levantó, le molestaba verlo de esa manera.
—Siento haber dado a luz un niño idéntico a tu madre...pero...es mi hijo...—lo abrazó fuerte—y...lo amo...porque también es parte de ti...
—Ryeowook...no vine para hablar sobre estas cosas...
—¡Sólo míralo!—gritó empezando a desesperarse por la sensación de molestia entre ambos—ni siquiera lo conoces...
—¡Bien!—le arrebató al pequeño, Wook intentó impedirlo pero Yesung lo empujó haciéndolo caer al suelo, le quitó las mantas y lo miró, amenazaba con llorar, su rostro enojado se dirigió a el.
—No lo dañes...—suplicó arrodillándose a su lado—es todo lo que tengo...no lo lastimes...no es su culpa...
—Callate...—susurró poniéndole atención, era idéntico a su madre, eso era verdad, pero también poseía esas tiernas e inocentes facciones de su menor, se sintió confundido y molesto.
Ryeowook se levantó rápidamente del suelo al ver que su mirada se endurecía, se lo quitó de los brazos y lo acomodó contra su pecho, ante la repentina acción Yesung le respondió con una fuerte bofetada. El castaño sólo bajó la cabeza soltando algunos sollozos.
—¡No lo quiero!—gruñó—él no es mi hijo...
—¿De qué estas hablando?—con la poca voz que le quedaba, le respondió.
—No voy a reconocerlo como mi hijo así que sacalo de aquí...debes deshacerte de él.
—No puedo hacer eso...es mi bebé...—un repentino dolor se clavó en su pecho, eso no era posible—Yesung por favor...
—Tienes dos días para sacarlo del palacio...si los guardias lo ven por aquí van a matarlo...y es una orden—caminó hacia la puerta, Wook le tomó el brazo para detenerlo.
—¡No!...por favor Yesung. No me hagas esto...no me lo quites...—jadeó—no...no de nuevo, te lo suplico.
—Ya lo dije Ryeowook...después puedes tener otro...—salió y ordenó que las puertas se cerraran, el contrario se dejó caer de rodillas al suelo mirando al bebé que comía tranquilo.
Lo abrazó con fuerza a su pecho y sollozó, no podría deshacerse de su bebé, pero tampoco quería que lo dañaran. No sabía como era que se tenía que reaccionar a algo así, nada de lo que le habían enseñado le servía ahora. ¿A caso esto era parte de convertirse en una princesa?, ¿Renunciaría a lo que amaba con tal de complacer al Príncipe Heredero?
Tenía que encontrar la manera de mantener a salvo a su pequeño, el menos hasta que lograra convencer a Yesung de superar sus dolencias.
—Heenim...—susurró bajito acariciándole el cabello—vas...a visitar a tu tío Kyuhyun y a tu tío Min ¿de acuerdo?...sólo serán unas pequeñas vacaciones, Omma va a visitarte de vez en cuando...
Dicho esto sonrió suave al ver la pequeña mueca en forma de sonrisa de su hijo. Lo recostó a su lado en las mantas y rápidamente empezó a escribir una carta al mencionado para pedirle ayuda, estaba asustado, no quería que por nada del mundo su pequeño la pasara mal. Ahora mismo odiaba a su madre por haberlo casado siendo tan joven, también se odiaba así mismo y por supuesto a Yesung, quien a pesar de todo y aunque no eran las mismas circunstancias, lo estaba haciendo perder un hijo de nuevo.
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•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
أدب الهواةSu familia está en la total quiebra, y por suerte encontraron al marido perfecto para su "hija"; aquel que les devolverá aquella posición social a la que están tan acostumbrados. Sin embargo hay un pequeño inconveniente, algo insignificante la verd...