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—No estaba muy convencido acerca de tener que casarme...pero mirate...vine a encontrarte aquí, ahora no tendré que enviarte a buscar...—lentamente le quitó el binyeo y le deshizo el peinado, Wook empezó a temblar mientras sollozaba, sabía que era lo que venía y por respeto a la casa Real y a sus antepasados no podía negarse, eran las tradiciones pero ¿Qué había de su propio respeto?.

—Yo...no quiero que seas mi esposo...—susurró bajito sintiendo como le sacaba prenda por prenda con demasiado cuidado, lo trataba como una estatuilla de porcelana que fuese a romperse con el mínimo tacto, era totalmente diferente a lo que le hacía siempre que lo veía.

Le acomodó el cabello en una trenza y luego se la colocó de lado, para poder retirarle la demás ropa, lo dejó sólo en ropa interior y se detuvo a mirarlo con detenimiento.

—¿Qué haces?...¿Porqué tardas tanto?...—el menor estaba desesperado, entre más rápido acabara esa tortura era mucho mejor.

—No voy a hacerte daño...no hoy...

—¿Porqué?...—su rostro demostró tanta sorpresa como calma el del mayor.

—Es mi deber consumar el matrimonio dándote una noche que nuestros ancestros aprueben...por lo tanto aunque quiera no puedo lastimarte...mi trono puede estar en juego si los ancestros deciden no bendecir nuestra unión. Así que hoy solo relajate...—se levantó para acomodar el futón y las almohadas en su lugar, después volvió por Wook, a quien cargo y recostó. Su cuerpo no reaccionó, estaba pasmado.

No estaba contento, para nada que lo estaba, pero le relajaba saber que no iba a lastimarlo ésta vez. Ya habían sido demasiadas sensaciones ese día.

—Su Alteza...La Princesa Kim Ryeowook...esposa del Príncipe Heredero Kim Jongwoon—Yesung sonrió quitándose la ropa superficial también, lo notó demasiado nervioso así que apagó las velas que iluminaban la habitación—tranquilo...

Subió a su cuerpo, lento besó desde detrás de su oído, su cuello y su clavícula, Wook no quería sentirse bien, en serio que no lo deseaba. Pero le fue imposible, su cuerpo reaccionó de inmediato a las acciones ajenas.

Yesung le bajó el corpiño hasta dejar al descubierto su pecho, atrapó uno de sus pezones y le dio un par de mordidas antes de lamerlo, Wook gimió arqueando su espalda, después de darse cuenta de lo que hacía se cubrió la boca. Yesung sonrió triunfante.

El menor pensaba que no era posible que ese hombre tan horrible lo estuviera haciendo sentir de esa manera tan deliciosa, y por lo que tenía entendido aún era el inició del asunto. Su excitación crecía con cada roce, tenía algo que le provocaba ligeras corrientes de placer, no debería estar sintiendo eso, no debería disfrutarlo.

—Mm...no~...—gimió suave tratando de apartarlo sin hacerlo. Era imposible no querer más.

—¿Te agrada?...—pasó ambos brazos por su espalda y lo levantó casi en un abrazo, para acceder mejor a él, pasó de un pezón a otro en repetidas veces, se encontraban un poco hinchados pero sólo era su cuerpo tratando de adaptarse a la pérdida de su embarazo.

Wook negaba una y otra vez pero no se quejaba, gemía y jadeaba al compás de sus caricias, estaba a su total merced después de que sus defensas enteras se bajaran para darle rienda suelta a su placer sexual. "Es curioso" pensaba, pues cuando lo vio acostándose con aquella Gisaeng era más atrabancado. Y con él estaba siendo cuidadoso.

Se recostó y lo recostó encima suyo, Wook sintió demasiada vergüenza pues el miembro duro de su mayor pegaba contra su vientre, quería bajarse pero éste lo tomó por los glúteos y les dio un apretón, hizo fricción que dio varios roces placenteros en su miembro y eso lo obligó a gemir de nuevo, sin darse cuenta recargo la cabeza en el pecho ajeno para reprimir aquellos sonidos. Yesung se deshizo lento de su ropa interior baja y con uno de sus dedos previamente humedecido empezó a masajear su entrada, Wook cerró ambos puños y con la frente pegada a su pecho empezó a temblar. Pero no de miedo no de enojo, estaba tan caliente que se sentía sucio por aquella actitud tan lasciva ante el hombre de que lo lastimaba. Todo empeoró cuando introdujo aquel dedo, y entonces ya no pudo controlarse, se movía agilmente en su interior, después fue acompañado por un dedo mas y luego por otro. Sentía que todo se concentraba en su vientre, una energía desconocida pero muy buena, Yesung habría matado por ver la dulce expresión de excitación en su rostro, pero con sólo escucharlo podría incluso jurar que estaba por terminar.

De pronto paró, Wook maldijo en silencio pero aprovechó el momento para respirar profundo y calmarse. Era muy joven, eso estaba más que claro, y quizás lo que estaba haciendo estaba mal para algunas personas. Después de todo tenían una diferencia de edad significativa y sumándole que Wook era menor de edad aún, pero nada de eso importaba ahora. Además era parte de la familia Real y si Su Majestad, El Rey estaba de acuerdo, no había nadie que pudiera oponerse.

La "tortura" de placer regresó cuando lo recostó sobre las mantas y Yesung subió de nuevo a él, se hizo espacio entre sus piernas y entendió que era lo que estaba a punto de hacer, esta demasiado excitado pero aun así sentía miedo. Después de todo aún se trataba de ese tipo.

—Respira profundo...no voy a lastimarte...no lo estoy haciendo, ¿O si?...—le tomó ambas mejillas, sus ojos se encontraron y Wook se perdió en esa oscuridad por unos segundos, a la luz de la luna se veían tan atractivos, eran tan hiponotizantes que una corriente bajó por toda su espina dorsal y negó—bien...será despacio...—se acomodó bien entre sus muslos y perfiló su miembro, dio un par de embestidas para poder introducirse lento, el menor no pudo evitar aferrarse a sus brazos, mordió sus labios y sollozó, era doloroso, pero no igual a las otras veces, sólo era incómodo, algo a lo que puedes acostumbrarte.

Embistió profundo, tocando algo que hizo casi gritar al menor de placer, por instinto se cubrió la boca, Yesung supo que había tocado algo especial y siguió haciéndolo.

Era una jaula de batalla en el vientre del menor, sus piernas se abrieron aún mas buscando que entrara con más facilidad, se engancharon en sus caderas sin que pudiera darse cuenta y empezaron a empujar hacía si mismo.

Yesung tomó su boca para besarlo con necesidad, sus lenguas jugaron por un rato y luego se apartó dejando a un Wook mareado, no sabía nada de besar pero eso le había gustado. De nuevo aquellas sensaciones se acumularon en su vientre pero esta vez le recorrieron las caderas frenéticamente. Su espalda se arqueó y Yesung volvió a besarlo, fue entonces que embistió aún más rápido.

Ambos llegaron a su clímax, callando los gemidos en aquel beso, Wook se dejó caer con los ojos cerrados, su respiración era un desastre y ni que decir del mayor, salió del interior ajeno para sólo hincarse a recuperar las fuerzas.

Wook no tuvo más que decir, cuando sus ojos se cerraron, no volvieron a abrirse y simplemente se quedó dormido.

—No te acostumbres...no volverá a ser de esta manera...

Yesung lo arropó, se colocó su ropa y salió de la habitación con una sonrisa cómplice en el rostro.

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•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora