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—Dios...cuanto me duelen los pies...—llegaron al palacio y fueron ambos a cambiarse, después salieron al jardín a beber té. Wook se quitó los zapatos sin importarle 'guardar la compostura' y empezó a sobarlos.

—¿Porqué te duelen?...yo te cargué todo el camino...—le sirvió un poco de té y se lo pasó.

—Cosas de embarazo...cierra la boca—hizo un puchero tomando de su té, Kyuhyun le quitó las manos de sus pies y los tomó para sobarlos por su cuenta—¡Oye!...¿Qué haces?...¡Sueltame!

—Está bien...no pasa nada, eres La Princesa que heredará el trono junto a mi hermano. Es totalmente normal que alguien como yo te de un masaje...—sonrió.

Wook iba a quitar su pie pero si que sabía lo que hacía, el dolor se estaba yendo y sólo se dejó caer recostado en el césped, se sentía en las nubes.

Kyuhyun rió al verlo, la idea de masajearlo surgió porque sabía que Yesung también usaba esa puerta secreta, y lo vio entrar junto a una de esas mujeres que obviamente estaban prohibidas en el palacio. Logró verlo y Yesung también lo vio masajear a su menor. Pudo verle el enojo en el rostro y también la rabia pero no se detuvo y siguió yéndose con la mujer.

Tenía un plan. Desde que Wook llegó al palacio notó que era una mujer sumisa, era buena en muchas cosas y era educada a más no poder con los demás. Su hermano estaba siendo un completo idiota al no procurar por su esposa, era la cónyuge perfecta, era lo que todos deseaban tener en casa y no lo aprovechaba.

Él no podría tenerlo como esposa aunque le gustara tanto desde que la vio, pero al menos podría hacer que Yesung se interesara en ella. Se encargaría de ponerlo celoso, de hacer feliz a Wook y de sacar lo mejor de él para que su hermano se diera cuenta de la clase de mujer que se perdía. Poco a poco se convertiría en un hombre capaz de cuidar de ella y si las cosas salían bien, iba a llegar a amarla. Se dio cuenta de que Wook ya lo hacía, era algo normal siendo una muchacha tan joven e inexperta, además estaba obligada a hacerlo por la venida de su hijo y su matrimonio. La manera en la que Wook se alegraba internamente cuando se topaba con Yesung le hacía saber que en serio estaba empezando a quererlo, cuando se entristecía por no verlo, cuando le hablaba sobre lo que no hacía por él.

Intentaría hacer que todo eso cambiara y que ellos se convirtieran en una buena pareja, la pareja que el Reino necesitaba para regirlo de una manera correcta.

—¿En qué piensas?, ¿Porqué no hablas?...—Wook hizo un puchero viéndolo, poco después apartó sus pies—dejalo así o me voy a quedar dormido...—se estiró un poco—tengo que irme...ya casi esta haciéndose de noche y La Reina iba a llevarnos a probar las vestimentas tradicionales de una especie de ceremonia para el bebé...

—Con eso se supone que le garantizas un buen futuro...—sonrió ayudandola a levantarse—espero que todo salga bien cuando se vean.

—Ah~...yo también...—se levantó y se despidió de su mayor con una reverencia, pensó en ir por un par de dulces a la cocina y realmente no lo hizo mucho así que después de esa rápida visita regresó con un par de dulces en la mano, estaba feliz, estaba complacido de el día que había pasado y era obvio que lo repetiría, era genial estar afuera.

Escuchó ruidos extraños provenientes desde su habitación así que caminó un poco más despacio, al acercarse mas pudo notar que eran gemidos, sus ojos se llenaron de lágrimas porque sabía de que se trataba, sólo soltó un suspiro profundo y abrió la puerta, Yesung esta ahí, usaba su futón y estaba acostándose con una de esas zorras. Le dolía demasiado que hiciera ese tipo de cosas y sobre todo que no importara su presencia en la habitación.

—Yesung...—susurró con la voz entrecortada, la mujer que estaba con él se sorprendió y se apartó cubriéndose con las mantas.

—¡Hola cariño!~...—le sonrió de manera burlona sentándose.

—Eres...un idiota...—sus piernas no pudieron más y simplemente se dejó caer al suelo sollozando, su mirada llena de furia se dirigió a la mujer—quiero que te largues...

—No lo hagas—evitó que la mujer se levantara—te irás de aquí...¿Verdad cariño?...

—Largate de esta maldita habitación si no quieres que llame a la guardia real y tu estúpida cabeza sea exhibida en la entrada del palacio...¡VETE!...

En unos cuantos segundos él y Yesung estaban completamente solos.

—En mi habitación Yesung...—cerró la puerta para que no los escucharan discutir—¿Porqué en mi habitación?

—Vi como dejabas que Kyuhyun te tocara...eres un hipócrita...

—Sólo masajeaba mis malditos pies...—se levantó cuando el mayor empezaba a vestirse—voy a tener a tu heredero, ¡Por segunda vez!...y no puedes darme un poco de respeto...sé que me engañas y que no nos quieres pero, no necesito verte coger con ellas en mi espacio...¿Merezco estar tranquilo no crees?...

—Eres mi esposo Ryeowook...no mi dueño...y si yo quiero cogerme a alguien en tu habitación lo voy a hacer...—Wook lo cayó con una bofetada que resonó fuerte entre las paredes. Yesung le devolvió una mirada llena de odio.

—Maldito niño insolente...—lo tomó por el cuello y lo pegó contra la pared, Wook intentó apartarlo con pataleos y quejidos. Ni siquiera podía hablar—si no puedo cogerme a ellas...¿Entonces porque no lo hago contigo?...—lo llevó hasta las mantas donde lo recostó y le levantó la falda con brusquedad.

—¡Detente!...—lo empujó por los hombros—¡Yesung no lo hagas!...—se quejó pataleando—no quiero perderlo de nuevo...—susurró entre sollozos.

Yesung se detuvo rápidamente y lo miró tomándole el rostro para que él también lo hiciera.

—¿Porqué no puedes aceptarme?...—gritó muy cerca de su rostro—intento acercarme a ti para no hacerte daño y tu sólo me evitas...quiero que vuelva a ocurrir lo de nuestra primera noche y siempre gritas y lloras...

—Porque no me tratas nada bien...—se apartó y se acordó la ropa—siempre terminas violándome...me golpeas y me engañas...yo no tengo nada más que hacer que guardar silencio y esperar a ver que cosa vas a hacer ahora...ni siquiera puedo esperar con emoción la llegada de mi bebé...¿Cómo puedo encariñarme con algo que no sé si voy a perder pronto?...Yesung por favor...—abrazó sus piernas escondiendo el rostro entre ellas—tengo 16 años...no sé nada de la vida, nunca nadie me han demostrado cariño y no sé que demonios se siente...no sé que es lo que va a pasar y tengo muchísimo miedo...sólo...yo sólo quiero que me ames como yo lo hago...que me apoyes y que intentemos ser una familia...

Yesung se levantó sin decir nada, tomó su ropa y salió de la habitación en silencio, Wook solo se levantó para enrollar las mantas y lanzarlas afuera. Una de sus damas se acercó para tomarlas.

—Señora sus...

—¡Sácalas de aquí!...¡Quiero que las quemes y que no quedé ningun maldito rastro!—gritó de manera casi histérica. La mujer asintió con miedo y se las llevó.

Wook cerró su puerta con fuerza y de nuevo se dejó caer al suelo, quizás debía escapar para siempre ahora que sabía como hacerlo.

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•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora