1 año después.
Wook corría por los pasillos buscando escapar, chocaba con algunas cosas ocasionando que cayeran, creyó haberlo logrado pero entonces el tipo lo tomó por el cuello y lo pegó contra el suelo de golpe.
—Dejeme por favor...—jadeó bajito intentando escaparse, lo frío de la madera contra su cuerpo desnudo lo hacia todo peor.
—He pagado un buen precio por ti...y vas a compensarlo...—sonrió de manera retorcida haciendo que volteara, entonces lo tomó por la barbilla para que le pusiera atención—mirame...quiero que me mires...
—No lo haga por favor...Señor se lo ruego...—sus lágrimas saladas empapaban por completo su piel, incluso había unas cuantas en su cuello y el suelo. Sobre todo se negaba a mirar aquellos lujuriosos ojos que le daban asco. Todo su olor a alcohol y a botanas de pescado le daba asco—soy madre no haga esto...—gritó esperando que alguien lo ayudara, pero ninguna de las mujeres lo haría, no si no querían ganarse un buen castigo.
—Ya te he dicho que no me interesa...—le gritó colocando ambas manos al rededor de su cuello, comenzó a asfixiarlo y en un rápido movimiento lo penetró. Wook quiso gritar pero sólo pudo conseguir llorar, cuando le soltó el cuello, tosió hasta recuperar el aire y con ambas manos intentó empujarlo.
El tipo lo golpeó tan fuerte que todo a su alrededor comenzó a dar vueltas y se puso oscuro.
Llevaba 6 meses sin ver a Yesung, lo había llevado a vivir en la casa de Gisaeng porque solía decirle que el palacio era un lugar peligroso. Y eso se había visto despues de que el Rey Siwon enfermara gravemente por el profundo dolor que sentía desde la pérdida de La Reina. De vez en cuando escuchaba su voz a través de las puertas, le decía que pronto volvería por él, que aguardara. No sabia nada de su hijo pero quería creer que estaba bien y seguramente enorme.
La dueña de la casa solía decirle que no por ser una princesa no debía ganarse su comida y hospedaje como todas las demás habitantes de ahí, Wook no quería hacer eso, no iba a acostarse con hombres por dinero. Pero esa mujer le daba horribles palizas si intentaba negarse. Además de que amenazaba con contarle a todo el mundo que la futura Reina era un hombre de esa raza tan despreciada.
Vestía ropa demasiado reveladora y lo maquillaban de más, era horrible su estancia en ese lugar. A diario debía lidiar con todos esos tipos que buscaban conseguir algo de él, y es que era cierto, no todo era sexo pero los que lo buscaban por eso no tenían piedad. No podía entender como era que las y los y jóvenes que trabajaban ahí por voluntad propia aguantaban todos esos maltratos.
Quería con todas sus ganas gritarle a su mayor que lo sacara de ahí, pero cada que el iba una de las chicas le cubría la boca para que solo pudiera responder cuando se lo indicaban. Ya había intentado escapar, y más de una vez. Pero siempre lo atrapaban y la dueña lo golpeaba con una vara hasta que su espalda o sus piernas sangraran.
En ese lugar nadie pasaba de los 20 años, todos eran chicos y chicas demasiado jóvenes, era una casa llena de repulsión, las niñas y niños pequeños solo se encargaban de servir como meseros y limpiar. Los que pasaban de los 12 se encargaban de los 'espectaculos' y de las artes. Y ya los que tenían de 16 hacia arriba se encargaban de lo demás.
Los que quedaban embarazados se sometían a tratamientos extraños para deshacerse de los productos, y desgraciadamente Wook no había sido la excepción, eran cosas demasiado dolorosas. Le daban a tomar tonicos a la fuerza y después lo metían en una tina con agua para no hacer un desastre con el sangrado del aborto.
Los bebés que llegaban a nacer eran abandonados frente a algunas casas o criados para después crecer y trabajar en ese lugar. Wook no había dado a luz a ningún hijo después del que había tenido con Yesung. Había quedando en cinta un par de veces pero aquella mujer lo "salvaba" como decía de manera vulgar, lo que él creía era que simplemente no querían perder a su buena mercancía. Ahora mismo en él fondo creía que de nuevo lo estaba y eso le asustaba pues era su deber avisar a la dueña.
Extrañaba estar en el palacio, y extrañaba la paz que sentía al estar a solas en su habitación. Yesung se comportaba de manera extraña, había perdido todo el interés en saber como se encontraba, sólo vivía pegado a los ministros y a los asuntos de estado, Joseon se habia vuelto un total caos a raíz de eso. No entendía que era lo que estaba ocurriendo. Aquel día que lo abandonó en la Casa de Gisaeng por unos cuantos segundos pudo notar una tristeza profunda en sus pupilas. Y después volvió a ser un hombre frío. Se estaba confundiendo.
—¡Hey!...—la voz de una mujer lo molestaba—¡Hey despierta!...—y entonces una gran bandejada de agua fría sobre su rostro hizo que abriera los ojos, se sentó en su lugar asustado y analizando su alrededor. Sus caderas y su trasero dolían, además de su rostro. Su corazón latió demasiado rápido al ver que se trataba de la dueña—nos volvieron a dar una queja de ti Ryeowook...—le mostró la vara, Wook negó intentando retroceder, pero dos de las chicas que trabajaban ahí lo tomaron de los brazos.
—No fue mi intención, él estaba siendo demasiado rudo conmigo...—miró a las chicas suplicando que lo dejaran escapar—no lo haga...prometo comportarme con el próximo cliente...
—Siempre nos dices lo mismo...quizás deberíamos hablar con el Príncipe Heredero...decirle que...enfermaste y que lamentablemente terminaste muriendo...—sus uñas largas y puntiagudas pasaron por las mejillas ajenas. Eso le causaba escalofríos de miedo.
—No lo haga..esta vez será verdad...voy a estar en mi mejor disposición para ellos...—logró zafar sus manos y las juntó frente suyo para suplicar.
La vara golpeó violentamente contra su rostro, eso lo hizo tardar en reaccionar, hasta que pudo sentir la sangre meterse a su boca de a poco y su mejilla arder. Comenzó a sollozar de nuevo, pero esta vez no hizo un escandalo, quería vivir.
—Voy a comportarme, se lo juro...—volvió a juntar sus manos, soltó un fuerte suspiro al sentir otro golpe pero esta vez en la piel desnuda de sus piernas, iba a seguir hablando pero otros dos golpes más en su espalda se lo impidieron, sin embargo siguió sin quejarse.
—Veo que estas empeñandote en serio...—la mujer entregó el artefacto a una de sus acompañantes—bien 'princesa', ¿Va a trabajar sin quejarse?...
—Si señora...se lo juro...—hizo una reverencia derramando algunas lágrimas contra sus muslos.
—¿Y hay algo que deba saber?, han pasado algunas cosas de las que mis chicas me tienen informada...te han visto salir por las mañanas a vomitar...
—Estoy en cinta señora...—susurró apretando los puños, odiaba lo que seguiría después de eso.
—Bien Ryeowook, muchas gracias por confiar en nosotras ahora ve a bañarte...vamos a preparar lo necesario y vendremos por ti...ya ssbes como esperarnos—ella y las jóvenes se fueron, Wook se levantó como pudo y caminó envuelto en su falda, ésta estaba manchada de sangre, de su rostro y también de la que evidenciaba lo bruto que se había comportado el tipo ese.
Antes de entrar a la cabaña para tomar el baño, observó un segundos las estrellas, rogó a la luna para que los dioses y sus antepasados pudieran perdonar todos los pecados que cometía, también para que cuidara bien de su hijo y ¿Porqué no? De él también. Confiaba en que las cosas pronto mejorarían y Yesung lo sacaría de ese lugar tan hostil.
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•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
FanfictionSu familia está en la total quiebra, y por suerte encontraron al marido perfecto para su "hija"; aquel que les devolverá aquella posición social a la que están tan acostumbrados. Sin embargo hay un pequeño inconveniente, algo insignificante la verd...